Wolves y Newcastle repiten la historia

Semedo en una de las acciones del partido.

Semedo en una de las acciones del partido. / EFE

Arnau Montserrat

Contaban las previas del Wolverhampton-Newcastle que las probabilidades de empate entre los dos conjuntos eran muy altas. Siete de los diez enfrentamientos entre los dos conjuntos en la Premier League habían terminado en tablas. Cinco de ellos con un resultado de 1-1. Demasiado jugosas las estadísticas como para no faltar a la cita. Lobos y urracas repitieron la historia y por cuarta vez consecutiva cerraron su choque en empate a uno. 

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Premier League

1
1
Alineaciones
Wolverhampton
Rui Patricio; Boly, Coady, Kilman; Semedo, Dedoncker, Rubén Neves (Moutinho 83'), Pedro Neto, Saïss (Marçal 68'); Jiménez, Podence (Adama 68').
Newcastle
Darlow; Murphy, Schär, Lascelles (Carrol 88'), Fede Fernández, Lewis; Fraser (Joelinton 78'), Hendrick, Almirón; Saint-Maximin (Longstaff 79'), Wilson.

Pese a la gran sensación de dominio del conjunto de Nuno las ocasiones fueron escasas durante todo el partido. Las urracas estuvieron cómodas durante un primer tiempo que tuvo en Daniel Podence de lo poco salvable a nivel de juego. El portugués dejó un par de acciones de mago. Malabarista con el cuero pero sin rendimiento de cara a puerta.

El Newcastle ni inmutó a Rui Patricio durante los primeros 45 minutos. A Saint-Maximin y Wilson casi ni les nombraron. Tampoco cambió en exceso en el segundo tiempo pero los dos empezaron a tocar más balón y a pisar área contraria. Los Wolves dejaron de tener el control absoluto de balón con los largos rondos de la primera mitad y Nuno buscó espabilar al equipo con la entrada de Adama.

El extremo español sí cambió el partido compartiendo banda con Semedo. Dio profundidad y fue el hombre que más intentó desbloquear un partido que estaba destinado a terminar como empezó. En empate. Por un momento los lobos parecían romper la maldición porque apareció Jiménez, el más listo de la clase, recogiendo un despeje defensivo del Newcastle en la frontal del área para sacarse un disparo imposible para un Darlow que solo la pudo rozar. Restaban diez minutos.

Demasiado para no tentar a la suerte y no solo repetir empate sino sumar el cuarto 1-1 consecutivo. Lo puso Murphy con un golazo de falta, por el exterior de la barrera y ajustado al palo. Patricio también puso de su parte para que el partido tomara de nuevo las tablas. Así tenía que terminar y así terminó.