A Tuchel le entran las prisas con su defensa

El Chelsea es uno de los equipos más en forma del fútbol europeo. El vigente campeón de la Champions League lidera la Premier League ante la feroz persecución tanto de Manchester City como de Liverpool, mientras que en la máxima competición continental, los de Thomas Tuchel lideran su grupo a falta de la última jornada.

Precisamente el técnico alemán ha sido protagonista las últimas horas, y no precisamente por un cambio de esquema, o por la demanda de refuerzos. El entrenador ha "explotado" por la situación contractual de su defensa, y poniendo el foco sobre tres jugadores, como son Antonio Rüdiger, Andreas Christensen y César Azpilicueta, que finalizan contrato el próximo verano, y que a falta de un mes para que puedan negociar con otros equipos, todavía no han renovado.

Rüdiger está en la lista de los mejores equipos europeos

La situación del alemán es seguramente la más complicada que tiene que acometer el club londinense, ya que Rüdiger está en la lista de objetivos de los grandes clubes europeos, como el Real Madrid o el PSG, que no dudarán en hacer una gran oferta económica para tratar de seducir al central. Su gran rendimiento hace que, a sus 28 años, esté en vísperas de firmar su último gran contrato, y que las cifras que se antojan sean prohibitivas para el Chelsea.

Azpilicueta, ¿posible refuerzo para el Barça de Xavi?

Las dudas también sobrevuelan la cabeza de Azpilicueta. Tras haber levantado al cielo de Oporto la última Champions, las últimas informaciones apuntan hacia un interés azulgrana para reforzarse con el veterano defensa de 32 años. Podría suponer su vuelta a la liga después de su marcha al Olympique de Marsella en 2010.

Christensen y su ambición económica enfadan a Tuchel

Sin ninguna duda, la situación que más enfada a Tuchel es la de Christensen. El danés cuenta encima de la mesa con una oferta de renovación para los próximos cuatro años, tal y como informa 'Goal', pero el danés considera que, económicamente, no se adecua a su situación en el equipo, fijo en el eje defensivo. Esta negativa ha llevado a su entrenador a sentarlo en el banquillo en los últimos tres encuentros, tal y como él mismo ha reconocido: "Hace semanas cría que Andreas quería lo mismo que nosotros, pero hemos estado esperando la confirmación. Nos dice que ama al club, pero queremos su compromiso. Tenemos la esperanza que la última ausencia de minutos tenga algo de influencia en la situación contractual", explicó Tuchel.

El mercado de invierno se abre en un mes

El nerviosismo y las prisas son normales y se entienden, ya que en el peor de los casos y con una hipotética marcha de los tres jugadores, Tuchel y su Chelsea estarían obligados a acometer una profunda renovación de su zaga con el 'handicap' de no haber recibido ninguna compensación económica por las transferencias. En un mes se abre el mercado de invierno, el próximo episodio de este 'culebrón'.