Stones demuestra que el City de Guardiola es inmortal
El Arsenal, que resistió más de 45 minutos con un hombre menos en el Etihad, dejó escapar la victoria en el último suspiro (2-2)

John Stones empató el choque entre city y Arsenal en el 97' / AP
¿Es posible hablar de 'partido decisivo' en la jornada 5? Si se trata de un City-Arsenal, sí. La temporada pasada, los 'gunners' llegaron a la última fecha con opciones de ganar la Liga. Hace dos, la victoria de los 'skyblues' en el Etihad decidió el título. Los duelos entre Guardiola y Arteta ya no son un maestro contra alumno. Son choques exquisitos entre dos de los mejores entrenadores del mundo. Abrazo (sincero) entre dos genios, y al lío, que hubo muchísimo.
El inicio del choque era una visión de lo que pasaría minutos después. Rodri empezaba en el suelo tras un golpe con Havertz en el cuello. Habían pasado solo 10 segundos. Guardiola aprovechó el incidente para decirle algo al oído a Savinho. Seguramente, fue algo parecido a: 'Rómpe a Calafiori y deja solo a Haaland con un pase filtrado'. Dicho y hecho. El brasileño, con un control orientado impresionante, sentó al italiano y dejó al noruego solo ante Raya.
Era el minuto 8 cuando el City se ponía por delante. Haaland no falló ante Raya y sumó el décimo gol en Premier en solo cinco partidos. Cinco minutos después, pudo llegar el segundo. Gündogan, que fue titular, estampó en el palo una falta directa preciosa. El Etihad chillaba de alegría, pero no sabía que en pocos instantes, lo haría de tristeza.

Erling Haaland aprovechó un magnífico pase de Savinho para poner el 1-0 en el Etihad / LAP
Rodri se lesionó la rodilla en un forcejeo con Partey y abandonó el terreno de juego desolado y generando una incógnita a todos los presentes: el tiempo que se quedará fuera de los terrenos de juego. Antes de poder hacer ningún pronóstico, Calafiori metió el dedo en la llaga con un golazo de bandera. Era el minuto 21, y poco quedaba de la sonrisa que Guardiola dibujaba minutos antes.

Calafioro explotó de alegría tras empatar el partido ante el City (1-1) / LAP
Solo Savinho pudo levantar a un Etihad hundido por la pérdida de Rodri, que se volvió a desanimar con el 'vuelo' imparable de Gabriel, instantes antes del descanso, para poner por delante a los 'gunners'. El central brasileño se zafó de Walker para rematar un córner como si de un obús se tratase. Sin el centrocampista español, el Arsenal pudo exhibir su poderío aéreo. Pero había tiempo para más. Trossard era expulsado por doble amarilla al desplazar un balón tras una falta, como le pasó a Rice hace unas semanas, y con las mismas protestas. Todo quedaba abierto para el segundo asalto.
Era difícil mantener el ritmo del primer tiempo, tampoco lo quería Arteta, que quitó a Saka para poner a White y ordenó a sus hombres bajar la presión. Tenían que resistir 45 minutos encapsulados en su área y Calafiori, que ya sufrió de lo lindo, estaba destinado a pasarlo peor ante un chico que juega al futebol como pocos. Por eso, en cada acción que ganaba el italiano, sus compañeros le felicitaban como si hubiese marcado otro gol.

Savinho-Calafiori, un duelo estelar en el City-Arsenal / AP
Haaland, Kovacic, el propio Savinho, Rúben Dias, Walker, Doku, Akanji... El City buscaba romper el cerrojo desde la media distancia. A medida que el tiempo corría, el campo se iba inclinando más hacia la portería de Raya. Y claro está, la arena caía del reloj demasiado rápido para los locales y particularmente lento para los visitantes.
Casi a la hora de partido, Haaland se elevó ante Saliba y a punto estuvo de sacar su hacha de nuevo. Poco podía hacer Arteta. Pese a que era el equipo de Guardiola el que estaba en jaque, el Arsenal solo podía achicar agua y Raya, que daría el susto minutos después al necesitar las asistencias médicas, salvó el barco con un auténtico paradón ante un disparo a bocajarro de Gvardiol.
Guardiola movió ficha en el 69'. Foden entró en el lugar de Doku. Y cuando Calafiori se había librado de Savinho, que pasó a ocupar la banda del belga, cayó fulminado al suelo. La exigencia de marcar a un trobellino como el brasileño es alta, así que Arteta aprovechó para meter piernas frescas. Cada vez más a la desesperada, Guardiola introducía a Grealish y a Stones por Walker y un Savinho que se quedó sin su merecida ovación por el resultado. Quedaban poco más de diez minutos para el pitido final.
Parecía que Arteta había conseguido el objetivo. Raya volvió a negarle el gol a Gvardiol a tres minutos del final y el ejercicio defensivo del Arsenal era colosal, especialmente durante los siete minutos de añadido. Pero nunca hay que dar por muerto al City de Pep y los 'cityzens' respondieron con la misma moneda: un saque de esquina. Lo que Gabriel les quitó 45 minutos antes, a balón parado, se lo devolvió Stones al cazar un balón suelto en el 97'.

Mikel Arteta, en el saludo inicial con Pep Guardiola del Manchester City - Arsenal / LAP
El Etihad estalló de alegría, y casi con la misma fuerza con la que el banquillo del City celebró el empate, se formó una tangana en el centro del campo que se resolvió sin demasiado lío. Y este impresionante espectáculo, saldado con un punto para cada equipo y con la envidia de vivir partidos como este cada semana, se cerró como empezó: con un abrazo más que sincero entre dos genios.
- Vuelta a empezar con Casadó
- Estupefacción en el Barça por la visita secreta de Leo Messi al Spotify Camp Nou
- Lo que no se vio del Celta-Barça: El cabreo de Lamine, un capitán no sale en la foto y el susto de Alberola Rojas
- Messi regresa al Spotify Camp Nou
- ¿Podría Leo Messi volver al Barça en enero?
- El motivo por el que Casadó se cayó del once ante el Celta
- El exfutbolista Alfonso Pérez enciende las redes con dos imágenes que causan furor
- La intrahistoria del 'viaje relámpago' de Leo Messi a Barcelona
