PREMIER LEAGUE

Omar Marmoush, una bendición "especial" para un Guardiola 'atacado'

El flamante fichaje del Manchester City debutó como titular ante el Chelsea (3-1) y firmó un partido bastante digno en un Etihad encantado con su compromiso

Omar Marmoush ya es jugador del Manchester City

@ManCityES

Àlex Calaff

Àlex Calaff

Pep Guardiola es la primera persona en reconocer que 'su' Manchester City no es el de siempre. El de Santpedor siempre se ha autoseñalado como el primer responsable del mal momento que atraviesa su equipo, que necesitaba refrescar su plantilla en este mercado invernal. Hasta la fecha, lo han hecho por partida triple con las incorporaciones de Khusanov, Marmoush y Vitor Reis.

A Guardiola no le tembló el pulso para poner de titulares a dos de sus nuevos fichajes, Khusanov y Marmoush, recién llegados a Manchester. Tampoco le echó para atrás el rival, un Chelsea 'renacido' y divertido bajo las órdenes de un Enzo Maresca que le ha venido como agua de mayo a una entidad que llevaba varios años perdida. Parece que el catalán no entiende de procesos de adaptación.

Con el joven central uzbeko, procedente del Lens a cambio de 40 millones de euros, le salió claramente cruz. El defensa de 20 años regaló el gol del Chelsea, se 'cargó' con una amarilla a los cuatro minutos y cuajó un partido horrible. Sin embargo, toda la expectación estaba puesta en la delantera, concretamente, en Omar Marmoush.

Un debut ilusionante

El delantero egipcio, estrella hasta entonces del Eintracht Frankfurt, aterrizó en el Etihad como el 'salvador' en tiempos difíciles. 75 'kilos' ha pagado el City en este mercado invernal por el futbolista de 25 años, que ya suma 20 goles y 14 asistencias esta temporada. En el momento del partido, no sumaba ni 72 horas en tierras británicas. Y por si alguien dudaba, puede encajar perfectamente con Erling Haaland, si ambos tienen claras sus indicaciones.

Marmoush celebra con Haaland el segundo gol del Manchester City contra el Chelsea

Marmoush celebra con Haaland el segundo gol del Manchester City contra el Chelsea / 'X'

El '7' fue titular ante el Chelsea y, sin duda, una de las grandes noticias del duelo, además de la sufrida victoria ante uno de los equipos más imponentes del torneo. Desde el primer minuto de partido dejó bien claro lo que quiere y puede ser más pronto que tarde en el Etihad: una de las referencias ofensivas, con mucho gol, letal al espacio, muy móvil, con capacidad para asociarse con sus compañeros y con una confianza de líder.

Sin gol por fuera de juego

Un poco esclavo de la excitación del que debuta, Marmoush pudo celebrar su primer tanto con la camiseta del Manchester City, pero un claro fuera de juego le dejó sin premio. Sin embargo, volvió loca a la zaga blue con sus constantes desmarques, no dudó en encarar a los defensores y sacó a pasear su buen disparo cada vez que tuvo oportunidad. Incluso se atrevió a pedir una falta peligrosa en la frontal.

Omar Marmoush, en su primer partido con el Manchester City

Omar Marmoush, en su primer partido con el Manchester City / 'X'

No fue ni de lejos su mejor partido esta temporada y aún debe conocer mejor a sus compañeros y el rol que le pide Guardiola, pero se intuye que, como su compatriota Salah en el Liverpool, se convertirá en uno de los grandes atractivos de la liga. Su partido se terminó en el minuto 74 cuando Pep Guardiola, con el 2-1 en el marcador, optó por ganar control en la medular quitando a un delantero para dar entrada a Kevin De Bruyne.

Los elogios de Haaland

El máximo goleador del City, Erling Haaland, que también vio portería ante el Chelsea con el segundo tanto, y ya van 24 este curso, habló maravillas de su nuevo compañero, que apenas lleva unos pocos días en Manchester. "El City lo fichó porque tiene algo especial. Se nota. Va a ser un jugador fantástico para nosotros", aseguraba el noruego.

Además de calidad y colmillo ofensivo, Marmoush promete sacrifico, trabajo y mucho esfuerzo en defensa. El egipcio se fue del choque con cinco duelos ganados de los ocho que intentó, con algún 'oh' de admiración en las gradas del Etihad y con una carta de presentación más que digna bajo el brazo. Sin duda, una de las pocas buenas noticias para un Guardiola que respiró aliviado con el pitido final y los tres valiosos puntos.