Özil, tras la senda de sus raíces

Desterrado de Londres por la puerta de atrás, Mesut Özil fue recibido en Turquía con la pompa de una superestrella cuando este lunes aterrizó en Estambul para fichar por el Fenerbahçe. Llegó a la capital en el avión privado propiedad del presidente, Ali Koc, y fue recibido esta madrugada en el aeropuerto de Atatürk por el director deportivo de la entidad, Emre Belözoglu, y el equipo de televisión del club.

“Estoy muy emocionado. Siempre he sido del Fenerbahçe. Para mí se cumple un sueño. Estoy deseando vestir la camiseta y espero que tenga éxito junto a mis compañeros de equipo”, dijo Özil al Fenerbahçe TV. También Belözoglu dio por hecho el fichaje al expresar su esperanza de que “se hará realidad una ilusión de infancia de Mesut y un sueño de todos los fans del Fenerbahçe”.

Özil llegó acompañado de su mujer, la actriz sueco-turca Amine Gülse, que posó junto con la hija de ambos, Eda, al declarar: “Estoy feliz de que volvamos a nuestro país”.

Mesut Özil, nacido en una familia turca en Gelsenkirchen (Alemania) en 1988, empezó su carrera en el Schalke y en 2010 fichó por el Real Madrid, antes de pasar al Arsenal en 2013, donde recaló con la vitola de estrella a cambio de 40 ‘kilos’ y acabó condenado al ostracismo.

También formó parte de la selección alemana hasta 2018. Abandonó el combinado nacional germano tras una polémica por haber posado en 2018 con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en lo que se interpretó como un respaldo político poco antes de las elecciones del país.  

Contrato galáctico

Según la prensa local, Özil firmará un contrato de tres años y medio con un salario de cuatro millones anuales. Por lo que resta de curso cobrará dos millones, es decir, 25.000 euros por partido. Además, percibirá una prima de medio millón de euros si el Fenerbahçe gana la liga y de 250.000 euros si accede a la próxima Champions.