Newcastle congela al City de Pep

El City no levanta cabeza y empata con el Newcastle

Pol Ballús

Un tanto a tres minutos del final de Shelvey congeló al City de Guardiola. El actual campeón de la Premier concedió un empate en Newcastle de los que duele, y que invita al Liverpool de Klopp a aumentar su diferencia en la clasificación. A la espera del resto de resultados, los celestes dan un sensible paso atrás en sus aspiraciones ligueras.

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Premier League

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Alineaciones
Newcastle
Dubravka; Manquillo, Fernández, Clark, Dummett, Willems; Almirón, Hayden, Shelvey, Saint-Maximin (Atsu, M.81); Joelinton (Gayle, M.68).
Manchester City
Ederson; Walker, Stones, Fernandinho, Mendy; Gündogan, De Bruyne, David Silva (Foden, M.69); Mahrez (Bernardo, M.68), Gabriel Jesus (Rodri, M.83), Sterling.

El gol de Shelvey, un disparo seco desde la frontal en una jugada de pizarra, malogró lo que había sido una aparición heroica de De Bruyne. El belga había puesto al City por delante cinco minutos antes, con un auténtico golazo: un cañonazo desde la frontal que dobló los dedos de Dubravka, el portero local que acabó siendo primordial para el Newcastle.

Antes de la locura en el tramo final, la primera parte sirvió para que Raheem Sterling abriera el marcador en la primera gran llegada del duelo. Combinó con David Silva, socio de lujo, que hizo gala de calidad con una gran asistencia de tacón. Recortando hacia dentro, Sterling guardó el balón en la red. Pero si algo tenía claro el Newcastle es que no cambiaría su plan. Steve Bruce salió con sus cinco defensas habituales, y entregó su creatividad a las carreras del eléctrico Saint-Maximin, y al trabajo de Joelinton y Almirón arriba. Las contras eran su principal argumento.

Por el carril de Saint-Maximin precisamente se sumó el carrilero Willems, lanzado al ataque, que en la primera incursión local acabó igualando fuerzas en el marcador. Combinó en una pared dentro del área, y volvió a recibir solo ante la poca contundencia de la defensa del Manchester City. Con la derecha, la cruzó imposible para Ederson.

A los de Guardiola les faltó fluidez, y sobre todo profundidad en el último tramo de campo, donde chocaban contra el muro de cinco defensas del Newcastle. Y cuando encontró grietas, en la segunda mitad, lo perdonó. Gabriel Jesus, muy aislado durante el partido, perdonó un uno para uno que le tapó Dubravka milagrosamente. Y también Bernardo Silva, saliendo desde el banquillo, mandó desviado un pase de Gündogan.

En los últimos minutos llegó la locura: un gol por cada lado. El de De Bruyne levantó a todo el banquillo del City de su asiento, no fue para menos: un misil que estará entre los goles del año. El de Shelvey volvió a evidenciar las vergüenzas de una defensa poco atenta, sin nadie saliendo a tapar. En el añadido, Sterling tuvo un remate que podría haber cambiado el guión de nuevo, pero la mano de Dubravka, como un milagro, lo dejó todo como estaba. Guardiola lleva ya dos años sin ganar en Newcastle, y en Liverpool lo celebran.