Una mujer relata el supuesto intento de violación de Benjamin Mendy: "Tenía una mirada depredadora en los ojos"

"Habitaciones del pánico". Varias testigos acusan a Benjamin Mendy de encerrar bajo llave a sus víctimas en algunas habitaciones de su mansión en Mottram St Andrew. Estas mujeres se quedaban aisladas y no podían ni entrar el teléfono móvil al espacio. El futbolista del Manchester City, Benjamin Mendy, está acusado de nueve cargos de delitos sexuales. Estos casos se llevaron a cabo desde 2018 hasta agosto del año pasado, y en estos días se está celebrando el juicio, en el que se están descubriendo muchos datos.

The Times publicó que durante el juicio se informó al tribunal que el defensa francés violó a tres mujeres en una noche tras una fiesta en su piscina. La primera de las siete mujeres que acusan al jugador declaró que conoció a Mendy en Barcelona en 2017. Un año más tarde, el citizen la amenazó durante una salida nocturna, aunque ella pensó que lo decía en broma: "Cuando él no esté mirando, te voy a secuestrar.... Creí que bromeaba".

La chica y una amiga de ella fueron a pasar la noche con el acusado a su mansión. Hasta ahí todo normal. Por la mañana, mientras ella estaba duchándose, Mendy entró al baño y ella solo quería taparse con la toalla. El futbolista no le dejaba salir "se esforzaba en verme y quitarme la toalla. Seguí empujándolo hasta el punto en que él seguía agarrándome".

La denunciante afirma que se sentía invadida, y que el francés la estaba forzando "tenía una mirada depredadora en los ojos", y de repente se quitó los bóxers, le mostró sus partes íntimas y se acercó a ella diciéndole "No te preocupes" o "No tienes que tener miedo".

La joven de 29 años fue empujada a la cama, y ella no paraba de taparse con la toalla y gritaba "para" y "no". Aunque le pedía que parara, el futbolista no cedía, intentando sentarla en su regazo. Aunque no recuerda como acabó, se vistió y llamó a un taxi para irse. "Fue vergonzoso. Sólo quería salir de allí".

Benjamin Mendy se puede enfrentar a una pena entre 5 y 20 años de cárcel, incluyendo una posible pena de cadena perpetua. Aun así, el futbolista se declara inocente de los cargos de delitos sexuales.