Mikel Arteta: "Las redes sociales están causando mucho daño en el fútbol"

Mikel Arteta defendió públicamente la exposición a la que tienen que hacer frente los futbolistas del máximo nivel: "Hay todo tipo de abusos diferentes y creo que hay que erradicarlos por completo. Entiendo que las redes sociales tienen una gran responsabilidad en eso porque hablas de la salud mental de los jugadores y lo expuestos que están".

El español salió al paso de la polémica generada a raiz de una denuncia pública por parte del Manchester United. Los jugadores Rashford, Martial y Tuanzebe han vivido recientemente varios episodios de abusos e insultos racistas a través de diferentes redes sociales, algo que el propio Manchester United ha condenado con dureza: "Todo el mundo en el Manchester United está disgustado por los insultos racistas recibidos por estos jugadores a través de las redes sociales tras el partido. Lo condenamos con firmeza".

El último en sufrirlo ha sido Marcus Rashford, delantero del Manchester United, tal y como él mismo expresó en sus redes sociales: "Lo peor de la humanidad y las redes sociales”, escribió en su cuenta de Twitter. “Sí, soy un hombre negro y cada día vivo orgulloso de serlo. Nadie, ni ningún comentario, me hará sentir distinto".

El Arsenal, club que dirige el propio Mikel Arteta, también ha vivido una tesitura similar relacionada con el guardameta suplente, Alex Runarsson, que ha vivido un acoso y derribo por su bajo rendimiento en la meta del equipo londinense. "Estoy abierto a que la gente tenga sus opiniones, pero no solo para insultar y abusar de la gente y usar una pantalla detrás de un teléfono móvil para decir lo que quieras sobre una persona que ni siquiera conoces. Eso para mí tiene que ser erradicado porque está causando mucho daño en el fútbol y en la gente", señaló.

El ex ayudante de Pep Guardiola ha reclamado a empresas como Facebook, Twitter o Instagram que revisen las medidas de seguridad para poner fin a una práctica que ha crecido exponencialmente en las últimas temporadas y que es una presión añadida a la ya existente para un jugador de la élite profesional.