Los jugadores exigieron a Txiki su destitución

Mancini, condenado por la plantilla del Manchester City

Hace más de un mes, el director deportivo aseguró a los jugadores que el técnico no continuaría la próxima temporada

Jordi Blanco

Roberto Mancini dejó de ser entrenador del Manchester City tanto por la pérdida de confianza desde la cúpula como desde el vestuario, donde ya no gozaba del favor de los pesos pesados de la plantilla citizen. De hecho, Txiki Begiristain conocía el desencuentro del técnico italiano y sus futbolistas desde hacía más de un mes, cuando varios de ellos le conminaron a despedir a Mancini.

Cuando a principios de febrero el City se despidió de la Premier al enlazar dos empates y una derrota que le supusieron pasar de cinco a doce puntos del Manchester United, las primeras voces de alarma surgidas desde el vestuario ya llegaron a oídos de Begiristain, explotando la situación a mediados de marzo, tras una derrota en Goodison Park frente al Everton que desembocó en un 'plante' de varios futbolistas, que comunicaron a Begiristain su nula confianza en el entrenador y pidieron su marcha.

Con la Premier perdida y la segunda plaza en la Premier prácticamente asegurada, Txiki pidió a los jugadores un esfuerzo final y aparcar cualquier divergencia hasta la conclusión de la FA Cup (el City aún debía jugar la semifinal ante el Chelsea), prometiendo que Mancini no sería el entrenador de la próxima temporada.

La derrota en la final de Copa frente al Wigan Athletic aceleró los planes. A falta de dos partidos intrascendentes en la Premier y un viaje a Estados Unidos en puertas (el City disputará un amistoso en Nueva York la última semana de este mes), la permanencia del entrenador italiano no tenía ya razón de ser. Un día después del KO de Wembley los servicios jurídicos del ManCity empezaron a trabajar en el borrador del despido, acordaron la indemnización para Mancini (existía una cláusula en el contrato que permitía al club no tener que abonarle todo el sueldo) y el lunes a última hora se anunció su salida.

Agradecida la afición por los tres títulos conquistados bajo su mandato (FA Cup en 2011 y Premier League y Community Shield en 2012), los dirigentes entendieron que la apuesta de futuro del club no podía seguir en manos de un entrenador enfrentado con sus propios jugadores y cuyos planteamientos tácticos han merecido toda clase de críticas.