El Manchester City impone su ley y golea al Cardiff

Pol Ballús

El Manchester City se curó las heridas de la Champions League bajo la lluvia de Cardiff. El equipo de Guardiola recuperó sus mejores sensaciones y acabó siendo un rodillo para su rival. Los galeses no fueron capaces de plantar oposición ante unos ‘sky blue’ que los tumbaron en la lona antes del descanso con tres goles de Agüero, Bernardo Silva y Gündogan. Lo remató en el segundo tiempo Mahrez, con sus primeros gol con la zamarra celeste.

Insistió Pep en transmitir serenidad en la previa del partido. Descargó de responsabilidad a sus futbolistas tras la derrota contra el Lyon. Su respuesta fue apostar en Cardiff por el dinamismo de Bernardo Silva y Gündogan como interiores, y su trio atacante estrella: Sterling, Kun Agüero y Leroy Sané. Otamendi reforzó el eje de la zaga y Delph siguió como titular con la baja de Mendy.

Arrancó el Cardiff concienciado en complicarse poco la vida, y aguantar atrás a que los celestes no tuvieran su día. Tras un inicio trabado, el City se desató en el tramo final del primer tiempo. En poco más de 10 minutos dejaron el partido finiquitado. Abrieron la lata cuando Bernardo Silva recibió en el área, y aguantó hasta el momento perfecto para ceder a Agüero. El argentino anticipó al primer palo y remató con su pie derecho al fondo de la red de Etheridge. El Kun ha marcado 13 goles y ha dado dos asistencias en sus últimos 13 partidos de liga.

Desde entonces el City fue un rodillo. Bernardo, tocado por una varita, marcó un gol como pocos habrá anotado en su vida. A la salida de un córner prolongó un centró de Sané con la cabeza, y se acabó colando a gol. El portugués es ahora mismo una pieza vital de este City, capaz de marcar el son del juego de su equipo. El tercero se lo creó Gündogan. Recibió en el balcón del área, combinó con Sterling ejerciendo de pivote, y no necesitó ni parar el balón para sacarse un latigazo a la escuadra. Se quedó en silencio Cardiff, escuchando la lluvia caer y viendo los goles llegar.

Con 0-3 se llegó al descanso, y Pep se permitió varias licencias. La primera dar descanso al Kun, aún con algunas molestias en el pie, y las siguientes dar minutos de calidad a Phil Foden y Ryiad Mahrez. El argelino lo agradeció y se quitó un peso de encima marcando un doblete. Empujó en el primero un centro de Gündogan, y aprovechó un regalo de la defensa local para certificar la manita en los últimos minutos.

La segunda mitad fue un monólogo absoluto, de lo que lo más extraño fue que no llegaran más goles. Sané se chocó con el poste, Sterling probó varias ocasiones a Etheridge e incluso Foden la tuvo en sus botas. Una actuación dominante que refuerza al equipo y manda un mensaje: el resultado de la Champions fue solo un accidente.