La maldición del tercer año se ceba con Mourinho

Nil Congost

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pero lo de Mourinho no han sido dos, sino tres las veces que se ha estrellado en la tercera temporada como entrenador de un mismo equipo.

Jose Mourinho llegó a Old Trafford en mayo de 2016 después de ser despedido del Chelsea FC en una temporada en la que los ‘blues’ acabaron décimos, su peor clasificación en 20 años.

Con el mismo Chelsea, sin embargo, consiguió ganar la Premier League 2014/15, algo que el club no conseguía desde la propia marcha del portugués, 10 años atrás, cuando los londinenses ganaron dos Premier Leagues consecutivas a las órdenes del entrenador que introdujo la Periodización Táctica al fútbol moderno junto a Vitor Frade Rui Faria.

En su etapa anterior con el Real Madrid, el técnico portugués también tuvo que irse por la puerta de atrás muy a pesar de la voluntad de Florentino Pérez. El presidente del conjunto blanco aseguró que le hubiese gustado que Mourinho cumpliera contrato hasta 2016, pero lo cierto es que tanto los jugadores como la afición se habían desarraigado del entrenador portugués después de tres años donde las tensiones entre ambos no hacían más que aumentar.

Así, Mourinho marcharía de la capital con un triplete (LigaCopa y Supercopta) de sabor muy agridulce, más recordado por las trifulcas con el Barcelona y su entrenador, Guardiola, que por sus triunfos en el campo. No obstante, el portugués dejaría el equipo con un porcentaje de 2,30 puntos por partido, el número más alto en su carrera como entrenador.

En un nuevo reto para el portugués, Mourinho llegó a Old Trafford con la máxima ilusión: “He trabajado en grandes clubes, pero el United es otra dimensión”, aseguró el mismo entrenador. La intención de Mourinho desde su llegada a Manchester siempre fue la máxima competición europea: “Nunca fui bueno ocultándome detrás de las palabras y filosofías. El objetivo debe ser la Champions League. Espero que solo estemos una temporada sin estar allí”, dijo el portugués en una de sus primeras declaraciones después de asentarse en el banquillo de los reds.

466 millones en fichajes; 3 títulos de consolación

En su primera temporada, el Manchester United no logró clasificarse para la Champions League. De hecho, el equipo terminó sexto, empeorando el registro en la Premier League del anterior entrenador, Louis  van Gaal. Sin embargo, pese a no conseguir su objetivo primordial, el portugués cerraría su primer curso en Old Trafford con tres títulos en el bolsillo: Europa LeagueCommunity Shield y la Copa de la Liga.

La Europa League junto a las demás títulos sirivieron para maquillar una primera temporada mediocre en la que el Manchester United volvería  a quedarse fuera de los puestos de Champions. Ese año, los Red Devils se habrían gastado 185 millones en Pogba, Mkhitaryan, Bailly e Ibrahimovic que llegó libre a Old Trafford.

El próximo año, el club hizo el esfuerzo de traer a Lukaku (85 millones), Lindelöf (35 millones), Matic (44,7 millones) y, finalmente, Alexis (34 millones) creyendo en el proyecto liderado por José Mourinho. Los ingleses, sin embargo, no pudieron competirle la liga a un Manchester City imperial, y pese a mejorar su posición en la Liga (2º), terminaron el curso sin ningún título.

Además, el Manchester United perdió la Supercopa contra el Real Madrid,  y también perdió la final de la FA Cup contra el Chelsea, después de superar al Tottenham en las semifinales.

Ni con tres fichajes más (FredDalot GrantMourinho ha podido evitar la tragedia. En total, la suma de los fichajes asciende hasta la cifra de 466 millones de euros. Una cantidad que no responde al desembolso de un equipo que se había propuesto recuperar su prestigio en Europa.

El portugués, en su tercer año consecutivo en el que es despedido en su tercera temporada al frente de un mismo club, su equipo ha regresado a los malos registros de su primera temporada al frente de los diablos rojos, ocupando la sexta posición en la tabla de la Liga. Además, en Champions tampoco han brillado. Se han clasificado para los octavos de final, perdiendo la oportunidad de ser primeros tras la derrota ante un Valencia que ya estaba eliminado.