Un Leicester goleado podría caerse de la Champions

Söyüncü no pudo evitar el 2-1 y, además, terminó expulsado

Söyüncü no pudo evitar el 2-1 y, además, terminó expulsado / AFP

Albert Gracia

El Leicester parece que no quiere cerrar su billete a la Champions. Los ‘foxes’ tenían una ocasión de oro para asaltar la tercera plaza pero se dieron de bruces con la realidad. Sin Maddison, Pereira y Chilwell, el Leicester es un equipo distinto, capaz de caer ante un Bournemouth que remontó en la segunda mitad un partido que tenía casi perdido. Cree en la salvación. Los ‘foxes’ podrían caer a Europa League si el United gana mañana. 

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Premier League

4
1
Alineaciones
Bournemouth
Ramsdale; Stacey, Aké (Cook, 40'), Kelly, Rico; Brooks (L. Cook, 81'), Gosling (Billing, 46'), Lerma, Groeneveld (Stanislas, 46'); Solanke y Wilson (Surridge, 90').
Leicester
Schmeichel; Justin, Evans, Söyüncü; Albrighton (Bennett, 16'), Ndidi, Tielemans, Fuchs; Ayoze Pérez (Barnes, 71'); Vardy e Iheanacho (Praet, 46').

Tiñó de azul el Leicester el inicio. Los de Rodgers fueron superiores al rival. Con el nuevo esquema de tres centrales, metieron a los ‘cherries’ atrás, dominando la posesión y monopolizando las ocasiones. No hubo muchas, pero las suficientes como para abrir la lata. Primero lo intentó Iheanacho, después Ayoze y el tercero se llevó el gato al agua. Fue Vardy. Quién sino.

El inglés aprovechó una jugada embarullada para abrir boca. Lo estaba mereciendo el Leicester, el único en ir a por el partido. El nuevo esquema le estaba sentando bien. Es la única fórmula que ha encontrado Rodgers para no echar en falta piezas como Maddison, Chilwell o Ricardo Pereira.

Pero todo cambió en la reanudación. Se jugaba mucho el Leicester pero más el Bournemouth. Los ‘foxes’ dieron entrada a Praet por Iheanacho y olvidaron que había que ‘matar’ al rival. Los de Howe crecieron y, ante la inoperancia del Leicester, se fueron a por el partido. Lo empataron con un penalti que transformó Stanislas y le dieron la vuelta con una cabalgada de Solanke. Del 0-1 al 2-1 y la expulsión de Söyüncü, que lanzó una patada sin sentido. Tras la remontada, el Leicester desapareció y Stanislas, ayudado por Evans, y Solanke pusieron la guinda.