El Leicester baila con los grandes

El Leicester tumba al Arsenal en casa

Francesc Ripoll

No es del 'Big 6', pero el Leicester dejó claro que está perfectamente capacitado para luchar como y contra uno de ellos. Vardy y Maddison confirmaron que los 'foxes' van en serio y bailan con los grandes. Tumbaron a un Arsenal desaparecido y dejaron a Unai Emery en la cuerda floja. Cinco partidos consecutivos sin ganar. Tremendo.

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Premier League

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Alineaciones
Leicester City
Schmeichel; Ricardo Pereira, Evans, Soyuncu, Chilwell; Ndidi, Tielemans, Maddison; Ayoze (Gray, 60'), Barnes (Praet, 74'), Vardy.
Arsenal
Leno; Bellerín, Chambers, David Luiz, Holding (Pepé, 77'), Kolasinac; Guendouzi, Torreira (Willock, 80'); Özil, Aubameyang, Lacazzette.

Brendan Rodgers tiene muy claro a que quiere jugar y esto se lo transmite a la perfección a sus jugadores. En una primera mitad trepidante, los 'foxes' dominaron la posesión del balón ante un Arsenal que sigue sin encontrarse a sí mismo. Le costaba, y mucho, salir con el balón en una tarde lluviosa. No obstante, el dominio sobre el césped no se tradujo en las ocasiones pertinentes. De hecho, hubo una para cada equipo. Primero Lacazzette y luego Ayoze pudieron inaugurar el electrónico, sin éxito.

La segunda mitad fue otra historia. Si bien antes del receso el Leicester tenían las ideas claras, estas se desvanecieron tras el paso por los vestuarios pese a tener la más clara del partido con un tiro de Ndidi al travesaño. Y es que los 'gunners' vivieron sus mejores minutos. En parte, gracias a Bellerín, muy profundo por banda derecha y que probó un tiro lejano que se fue lamiendo el travesaño.

Los de Emery le imprimieron un ritmo muy alto al choque y celebraron un gol de Aubameyang que fue anulado por un claro fuera de juego. Pero Vardy, poco presente durante el choque, apareció en el momento indicado. Preciosa combinación de los 'foxes' dentro del área que llegó a pies del ariete inglés. Y cuando el pichichi tiene una, no perdona. Locura en el King Power Stadium. El Arsenal quedó herido. Solo faltaba rematarlo. Y ahí estaba Maddison. Tiro seco y clínico para sentenciar el partido, y quién sabe si también a Emery.