Klopp-Ancelotti: Derbi de polos opuestos

Los derbis son de esos partidos que los jugadores ansían jugar. Que los entrenadores quieren dirigir. Esos en los que se ven los verdaderos líderes. El Derbi de Merseyside, en concreto, tiene un olor y un color especial. Es el 238º, pero es de los que te llevan a los benditos ‘old days’, en los que los colores básicos y más puros del fútbol eran el rojo y el azul. ‘Reds’ contra ‘blues’, revisión de los clásicos, y que ruede el balón.

Este sábado en el campo se verán múltiples duelos entre estrellas, no hay duda. Salah-James nos dará el espectáculo. Richarlison-Mané nos aportarán los goles. André Gomes-Thiago serán los creadores. Alisson-Pickford tratarán de reivindicarse. Todo estará sobre la mesa, pero muchas cámaras tendrán el foco más puesto en la banda que sobre el verde.

Tenemos un nuevo duelo Jurgen Klopp-Carlo Ancelotti. Dos entrenadores que parecen polos opuestos. La tensión y la calma. La intensidad y el toque. La sangre caliente con la fría. La escuela alemana y la italiana. Klopp y Ancelotti llegan, además, a este duelo empatados en cifras en su histórico. Tres victorias para Klopp, tres empates, y tres victorias del bando de Ancelotti, entre dos conjuntos entrenados, y tres, respectivamente. Una igualdad casi sin precedentes, en el que seguramente es el partido entre ellos con los grupos en el mismo estado de forma.

Con ellos en los mandos, los derbis de Merseyside en la Premier no se han decantado. 0-0 la temporada anterior y 2-2 en la ida de esta campaña, el del fatídico choque entre Pickford y Van Dijjk. El único que tuvo un vencedor fue el primero, en la FA Cup el pasado enero, que supuso la eliminación del Everton de la competición. Klopp necesita la victoria para revivir un Liverpool en crisis. El Everton quiere encadenar ya una racha de victorias y reenchancharse a la lucha europea. Los dos necesitan desesperadamente puntos, o sus temporadas pueden ser críticas.

En el Liverpool, la crisis de resultados es dura, con dos derrotas ante rivales directos en las tres de tres que han encajado. Pero a nivel personal, Klopp también pasa por un bache. La afición está de su lado, pero solo un buen fútbol y resultados ayudarían a aliviar la pena.

Ancelotti viene de vivir emociones fuertes (a su manera), pero también de perder toda esa garra con una nueva derrota en liga. Lleva ya demasiados baches, algo que no le puede ocurrir a un equipo que lucha por estar en la Champions.

No será el primero entre los, pero sí que es el que engancha a los dos conjuntos en situaciones más parecidas. Tres puntos y una posición en la tabla les separan. Tres puntos que pueden significar mucho para los dos. Para el Everton, alcanzar al máximo rival y meterle otro batacazo. No ganan en Anfield desde 1999, sería una brisa de aire puro. Para el Liverpool, seguir en órbita Champions y alejar al que siempre hay que vencer, algo que los rivales no consiguen desde 2010.

Un choque de altos vuelos, con mucho por jugarse, y con unos banquillos que parecerán la noche y el día. Que suene el pitido inicial.