La increíble historia de Willian

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

En la previa del Chelsea-Barça en Stamford Bridge comentábamos en SPORT en un 1x1 de las cartas de Antonio Conte que Willian era un jugador inconsistente, irregular. Brillante, pero con ese mal endémico que arrastran muchos jugadores brasileños, el de la lucidez alternada con las desapariciones. Una vez concluido el encuentro, el mundo del fútbol pareció haber descubierto a un futbolista espectacular. Los tres remates de media distancia del mediapunta formado en el Corinthians encandilaron a propios y extraños, pero lo cierto es que ni Willian es una joven estrella que recién irrumpe en el primer plano del panorama futbolístico mundial, ni el partidazo que se marcó ante el Barça es la tónica habitual de sus actuaciones con la zamarra 'blue'. 

La historia de Willian tiene de todo. Como muchos otros jugadores brasileños, Willian Borges da Silva  nació en el seno de una familia humilde en la ciudad paulista de Riberao Pires. Con 10 años aterrizó en el Corinthians, uno de los clubes más laureados de Suramérica. Allí pasó casi una década hasta que, con 19 años, el conjunto paulista lo vendió a un Shakthar Donetsk que pagó por él 14 millones de euros, por aquel entonces una burrada al tratarse de un jugador casi imberbe con mucho por demostrar aún. Pero la apuesta le salió redonda al equipo de la Península de Crimea. Junto con los también brasileños Luiz Adriano, Elano, Jadson, Fernandinho, etcétera, vivió los mejores años de la historia del conjunto ucraniano, con el que levantó en 2009 una Copa de la UEFA derrotando al Werder Bremen en la final (2-1).

En enero de 2013 el Anzhi Makhachkala se hizo con sus servicios por 35 millones. Rendimiento inmaculado el de Willian en Donetsk. En la fría ciudad del Daguestán ruso se juntaría con Samuel Eto'o en una especie de selección de estrellas que quiso confeccionar el multimillonario dueño del club, Suleiman Kerimov. Duraría poco la aventura rusa del jugador paulista.

Una apuesta muy fuerte del Chelsea

Apenas medio año después de aterrizar, el Chelsea decidía apostar fuerte por él y desembolsar 35 'kilos'. Comenzaba una nueva etapa futbolística en Inglaterra, pero también, involuntariamente, una de las etapas más duras de su vida a nivel personal. En 2014 le diagnosticaron a su madre Maria Jose un tumor en el cerebro. Dos años y medio de lucha en los que el jugador realizaba viajes esporádicos a Brasil para estar con ella y en los que pasó un auténtico calvario personal. Después de duras series de quimioterapia, Maria Jose fallecía en octubre de 2016. Durante todo ese tiempo el jugador tuvo serios problemas para adaptarse al Chelsea. Irregularidad y destellos de calidad fueron alternándose y, con ellos, nunca llegó a hacerse con un puesto fijo en el once. Cesc Fàbregas, Lampard, Matic, Hazard, Pedro...Willian vio como muchos nombres le pasaban por delante.

"Ha sido un tiempo muy díficil para mí. Perdí a mi madre y emocionalmente ha sido muy complicado",confesó el jugador dos meses después del fallecimiento de su progenitora. Un año y poco después, el jugador parece haber recuperado la versatilidad y la continuidad hasta el punto de realizar toda una exhibición ante el Barça. Pocos contaban con él como gran amenaza del conjunto 'blue', centrándose todos los focos en Hazard, Morata y compañía, pero a la hora de la verdad el Ribeirao Pires fue el verdadero quebradero de cabeza para la defensa azulgrana. Ensayó dos veces su temida 'folha seca' estrellándola contra el poste y en el gol, en la obra de arte, conectó un disparo mezcla de colocación, astucia y efecto. Prevenido esta ahora el Barça de uno de los peligros reales de este Chelsea. Willian Borges da Silva.