Hannah Hampton: la portera que ve mal y lo para todo

La portera del Aston Villa sufre problemas de visión: tiene estrabismo, ha sido operada varias veces y no tiene percepción de la profundidad

De pequeña, los médicos le aconsejaron no practicar deporte profesional. Esta semana ha sido convocada con la selección absoluta inglesa

Hannah Hampton ha sido convocada por la selección inglesa

Hannah Hampton ha sido convocada por la selección inglesa / Twitter: @hannahhampton_

Pol Ballús

Pol Ballús

Hannah Hampton tiene problemas para llenar un vaso de agua, pero ninguno para parar balones. La actual portera del Aston Villa es uno de los nombres propios de la Women Super League inglesa. No sólo porque esté en plena forma, acumula ya más de 200 paradas en la competición tras haber debutado a los 16 años, ni tampoco porque esta semana se haya ganado su primera llamada con la selección absoluta inglesa. Lo es por todos los muros que ha derribado para llegar donde está. Porque, de pequeña, a Hampton le aconsejaron que mejor que se olvidara de practicar deporte.

"No tiene explicación que sea portera"

La futbolista de 21 años nació con un grave problema de visión. Sufre estrabismo y ha pasado por varias operaciones hasta corregirlo en la mayor medida posible, pero la condición sigue ahí. Lo del vaso de agua no era broma. De hecho, lo reconoce ella misma. “Si no agarro el vaso con una mano y la botella con la otra, soy incapaz de rellenarlo. Lo derramo todo”, reconoció esta semana en una entrevista con la BBC, antes de explicar más en detalle su problema.

“No percibo la profundidad. No se juzgar las distancias. Sinceramente, lo de ser portera padeciendo esto no tiene mucha explicación, pero yo solo juego”, sentenció la portera, incrédula. “De pequeña pasé por la consulta de muchos doctores. En general, todo el mundo me decía que me olvidara de practicar deporte profesional”.

"Me dijeron que no podría"

Su primera internacionalidad con Inglaterra no sólo ilustra su talento, sino su gran determinación. “Creo que uno de los motivos por los cuales estoy aquí es porque siempre me dijeron que no podría hacerlo”. El primer club que detectó el talento de Hannah Hampton fue, curiosamente, el Villarreal. La futbolista se mudó a España con su familia a los cinco años, y empezó a formarse en el club ‘groguet’, donde empezó como delantera centro.

En 2010 su familia volvió a Inglaterra, y ella recaló en la cantera del Stoke City. Allí cambió de posición para convertirse en portera. Y como si no fuera suficiente, en el instituto decidió también probar con el hockey hierba. Su pasión por el deporte era inacabable, casi como su talento. En 2017 un ojeador del Birmingham City no la quiso dejar escapar, y la reclutó para convertirse ya en futbolista profesional. Por el camino, pasó por todas las categorías inferiores de la selección inglesa. Este pasado verano firmó por el Aston Villa, donde se ha consagrado hasta alcanzar el mejor nivel de su carrera.

“Desde siempre me dijeron que no podría hacer según qué trabajos. Que nunca podría ser piloto, o cirujana… pero yo quería hacer deporte. Siempre. Empecé a hacerlo de pequeña, y no he mirado atrás nunca más”. Y con esa vertiginosa determinación es cómo Hannah Hampton no sólo ha cambiado su vida, sino la de futuras generaciones que tienen en ella una referencia de que, a veces, el trabajo tiene su recompensa.