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DERBI DE MANCHESTER

Una pesadilla interminable para Guardiola

El Manchester City se desconectó en los últimos instantes del duelo contra el Manchester United y acabó perdiendo un partido que ganaba por 1-0 en el minuto 88

Bruno Fernandes celebra el 1-1 contra el Manchester City

Bruno Fernandes celebra el 1-1 contra el Manchester City / EFE

Àlex Calaff

Àlex Calaff

Pep Guardiola y Rúben Amorim se saludaban antes del partido con la complicidad de toda una vida, pero solo se habían enfrentado anteriormente en tres ocasiones. El motivo, el 4-1 que el luso le endosó al catalán el pasado 5 de noviembre cuando aún era entrenador del Sporting CP. Ambos se acordaban perfectamente. Pero el City no aprendió la lección, acabó perdiendo de manera incrédula un partido que ganaba 1-0 en el minuto 88 y sigue sin despertar de una pesadilla interminable.

Manchester City y Manchester United se enfrentaron en el Etihad en un duelo entre dos gigantes malheridos del fútbol inglés. Los cityzens, inmersos en la peor racha de Guardiola como entrenador, solo habían sido capaces de ganar uno de los últimos diez duelos y estaban obligados a ganar en casa para no descolgarse de la pelea por el título. Los red devils, con confianza en que Amorim puede cambiar el rumbo que habían tomado con Ten Hag, necesitan certezas para creer.

El Etihad se volcó con Guardiola y le mostró su apoyo con un bonito tifo en catalán: "Més que un entrenador", se podía leer en una pancarta enorme. En lo deportivo, sorprendió más Amorim, que dejó en el banquillo a Garnacho y Rashford. Las urgencias dejaron un inicio de partido soso. Mount, lesionado, tuvo que dejar su sitio a Mainoo a los 12 minutos, que no entró bien al duelo y regaló la primera ocasión a un City que no empezó a despertar hasta el minuto 20 con un zurdazo de Foden desde fuera del área.

Pep Guardiola y Rúben Amorim se saludan antes del Manchester City-Manchestr United que se celebró en el Etihad

Pep Guardiola y Rúben Amorim se saludan antes del Manchester City-Manchestr United que se celebró en el Etihad / LAP

Como si de una partida de ajedrez se tratase, el United centró su ataque por el flanco débil del City, el izquierdo, en el que no había un lateral zurdo puro. Entre Nunes, lateral improvisado, y Gvardiol, Amorim intentó buscar a Dalot y Diallo. Y por allí llegó la mejor oportunidad para ellos, obra del marfileño, que estrelló el cuero en el lateral de la red.

Gvardiol, el talismán de Guardiola

Gvardiol tiró de orgullo en un saque de esquina para dar una alegría a Guardiola. De Bruyne, con la colaboración de un defensa del United, sacó un centro muy llovido al segundo palo que el croata cazó al vuelo con un gran cabezazo entre Dalot y Hojlund. Un tanto que caldeó el ambiente y provocó una pequeña 'tangana' tras un careo entre Walker y Hojlund que se zanjó con el internacional inglés tendido en el suelo simulando una agresión.

Josko Gvardiol, autor del 1-0 en el Manchester City-Manchester United

Josko Gvardiol, autor del 1-0 en el Manchester City-Manchester United / EFE

Foden, que trató de imponer su magia durante los primeros 45 minutos, probó a Onana en el añadido del primer tiempo con un disparo 'marca de la casa' al palo largo que no se convirtió en el 2-0 porque el camerunés estuvo muy acertado. Curiosamente, el segundo acto arrancó aún más lento que el primero.

El United fue creciendo con el balón y pasada la hora de partido pudo empatar con un cabezazo impecable de Diallo que salvó Ederson junto al palo. Y la tuvo Bruno Fernandes. Mazraoui le robó la cartera a un Doku que tuvo el motor gripado, Hojlund dejó solo al luso en el mano a mano contra Ederson, pero la vaselina que buscó se abrió demasiado. Se lamentaba en el césped del Etihad mientras Amorim se resignaba en la banda.

Guardiola no despierta de una pesadilla horrible

Aprovechó el arreón el United para hacer un triple cambio: Yoro, Zirkzee y Antony saltaron al verde en el lugar de De Ligt, Hojlund y Mazraoui. Amorim sentía que podía meterle mano al partido sin Garnacho o Rashford, que se quedaron en la grada por decisión técnica. Fue un aturdido Nunes, que con una cesión gravísima a Ederson y un posterior penalti clamoroso sobre Diallo, le dejó el empate al United en bandeja de plata en el 88'.

El United olió la sangre y mató al City en cuestión de minutos (1-2)

El United olió la sangre y mató al City en cuestión de minutos (1-2) / EFE

No falló Bruno Fernandes, que engañó al meta brasileño sin problemas. Pero aún quedaba mucho drama por vivir en el Etihad. En el 90', un envío de Lisandro en largo encontró el movimiento de ruptura de un Diallo que, tras dejar atrás a Ederson, hundía al City aún más en un agujero del que no puede salir. Guardiola no se lo podía creer. La pesadilla continua.