El Everton recupera la sonrisa

El Everton vuelve a la senda del triunfo

Francesc Ripoll

Tres dolorosas derrotas después, el Everton volvió a ganar. Se reencontró con un más que necesario triunfo ante un Fulham que no levanta cabeza pese a mercer algo más tras el receso. Los pupilos de Ancelotti se bastaron de una buena primer mitad para llevarse los tres puntos de Londres y reengancharse a la lucha por las posiciones europeas. 

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Premier League

2
3
Alineaciones
Fulham
Areola; Aina, Andersen, Adarabioyo, Robinson; Lemina (Anguissa, 69'), Reed; Cavaleiro, Cairney (Mitrovic, 58'), Lookman; Reid (Loftus-Cheek, 58').
Everton
Pickford; Godfrey, Mina, Keane, Digne; Docouré, Allan, Iwobi; James (Davies, 74'), Calvert-Lewin, Richarlison (Sigurdsson, 76').

Amaneció precioso el partido en el Cottage. Aunque los aficionados que encendieron la televisión un minuto más tarde del pitido inicial se perdieron el primer gol del encuentro. En un abrir y cerrar de ojos, Calvert-Lewin, quién si no, ya había visto puerta. Richarlison -que volvía vestirse de corto tres fechas después- mandó un balón al área y el ariete, con una pizca de fortuna, hizo el primero. Lejos de amedrentarse, el Fulham se sacudió y siguió con su plan incial, que pronto le dio frutos. Bobby Reid, tras una fantástica combinación, batió a Pickford e igualó la contienda. El partido volvía a empezar. 

Aunque el empate duró muy poco. Porque el Everton no podía permitirse otro tropiezo. Así que se puso manos a la obra y mandó dos avisos que se saldaron con un gol anulado y un paradón de Areola. A la tercera, no perdonó. Los de Ancelotti movieron el balón a la perfección, y Digne, pletórico, mandó un balón al área que embocó Calvert-Lewin. Otra vez. Gran mérito del exlateral azulgrana, que confirmó su gran momento de forma regalando el tercero para los suyos. La puso con música para que Docouré, aprovechando la pasividad de la zaga 'cottager', rematara al fondo de las mallas.

Quiso calmar el encuentro el Everton, mientras que Parker movió el banquillo para revolucionarlo. Y Loftus-Cheek lo hizo. Provocó un penalti que ejecutó de forma terrible Cavaleiro, enviando el cuero a las nubes. Pero el inglés enmendó su error y recortó distancias. La reacción llegó demasiado tarde. Los tres puntos vuelan de la capital inglesa.