El Everton dirá adiós a Goodison Park, su casa desde 1892

El ayuntamiento de Liverpool aprobó el proyecto del Everton para construir un nuevo estadio

Tendrá capacidad para 52.000 personas, creará 15.000 empleos y estará listo en 2023, según el club

Así será el nuevo estadio del Everton.

Así será el nuevo estadio del Everton. / Everton

SPORT.es

SPORT.es

Goodison Park es de esos estadios que han forjado el fútbol inglés. Las paredes del estadio del Everton pueden contar historias sin parar. 129 años han vivido los ‘toffees’ en la que ha sido su casa. Tocaba independizarse y el club de Liverpool ha tardado 25 años en encontrar el sitio ideal para mudarse. Se van a Bramley-Moore Dock, un muelle semi-abandonado en el río Mersey y parte del puerto de Liverpool. La intención es resucitar la zona y el ayuntamiento de la ciudad dio ayer luz verde al inicio del proyecto. 

Revitalizará la zona porque la construcción del estadio tiene intención de crear hasta 15.000 puestos de trabajo. Tendrá capacidad para 52.000 espectadores y, según los planes del club, estará listo para 2023. El Everton pagará 500 millones de libras parala construcción de la que será su nueva casa donde también podría albergar hasta cuatro conciertos de pop al año, así como bodas, funerales, fiestas de Navidad y conferencias. Por su parte, el histórico Goodison Park será convertido en viviendas asequibles, un hospital y un centro comercial. 

Falta el OK del gobierno

El presidente del Everton, Bill Kenwright, aseguró que este es “un paso más en el largo viaje” que supone la construcción del nuevo campo. La propuesta para la construcción del estadio pasará ahora al Gobierno británico, que tendrá 21 días para luz verde al proyecto. “Ha sido una buena semana para los aficionados del Everton”, dijo el presidente del club haciendo referencia al triundo en el Derby de Merseyside que se celebró en Anfield el pasado fin de semana. 

La asociación Historic England se ha posicionado en contra del nuevo estadio en el puerto de Bramley-Moore, porque podría “dañar la herencia histórica de la ciudad”, pero el comité que ha analizado el caso ha desestimado la queja.