PREMIER LEAGUE

Despedida de Champions a De Bruyne

El Manchester City cumplió y venció cómodamente al Bournemouth para dar un paso de gigante hacia la Champions League; De Bruyne y Rodri, que regresó tras ocho meses lesionado, se llevaron una ovación del Etihad (3-1)

¡Emocionante! Kevin de Bruyne se despidió de los 'citizens'

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Clàudia Espinosa

Clàudia Espinosa

No era un partido cualquiera. El Etihad Stadium se vestía de gala. Penúltima jornada de la Premier League con doble aliciente para el Manchester City. Por un lado, era el último encuentro de Kevin De Bruyne en casa tras una década como 'cityzen'. Y, por el otro, los de Pep Guardiola debían dar un paso adelante hacia la próxima edición de la Champions League. Una derrota ante un Bournemouth que ya les venció en el Vitality Stadium lo pondría todo patas arriba. Pero el belga tuvo un adiós a la altura de su leyenda. Una obra de arte de Marmoush y otro tanto de Bernardo ponen la clasificación a tiro (3-1).

Sin Christie ni Outtara, pero con un reaparecido Julián Araujo. Así se plantaba Andoni Iraola en el Etihad, con el ya madridista Huijsen liderando la zaga y Kluivert, Semenyo y Evanilson en la parcela ofensiva. Sin nada en juego, pero con aquel 2-1 en el Vitality Stadium en el recuerdo.

La parte noble de la tabla no podría estar más ajustada. Newcastle, Chelsea, Aston Villa, Manchester City y Nottingham Forest pelearían por estar entre los tres primeros. Dos de ellos, sin embargo, se despedirán de la Champions League. Y por ello se antojaba clave que los de Pep sumaran una victoria - o un empate - ante el cuadro 'cherry', pues ascenderían hasta la tercera posición.

Con un espectacular mosaico instalado en la gradería del Etihad, salió el City con las ideas muy claras. Con convicción. Hilando con tranquilidad desde atrás y con gran movilidad en el centro del campo. Poco a poco, iba encerrando al Bournemouth en su área. Robaba rápido y se plantaba en campo rival. Y en una de esas llegó la primera ocasión clara, fruto de un disparo de Kovacic, que se resbaló durante la ejecución.

OBRA DE ARTE DEL 'PRÍNCIPE EGÍPCIO'

Omar Marmoush se traía algo entre manos. Vio como nadie vestido de rojo y negro le saltaba y fue conduciendo el balón. Y soltó un latigazo descomunal. Un disparo desde su casa que cogió una comba tremenda, imposible para un Kepa que vio como el balón se colaba en la escuadra.

Bernardo Silva prácticamente sentenció el encuentro al filo del descanso, definiendo a las mil maravillas en un mano a mano, asistido por Gündogan. Eso sí, minutos antes De Bruyne perdonó un gol cantado. En una llegada desde segunda línea, y en boca de gol, falló a puerta vacía, enviando un remate con la zurda al larguero.

EL ÚLTIMO 'OH KEVIN DE BRUYNE'

Un Bournemouth irreconocible y con grietas por todos lados, no fue rival digno ante un Manchester City que controló el partido en todo momento. Incluso cuando Kovacic vio la roja por un agarrón sobre un Evanilson que ponía la directa hacia Ederson. Un mal pase atrás de Gvardiol obligó al croata a cometer dicha falta.

Aunque poco después las fuerzas volverían a igualarse con la expulsión de Cook, que protagonizó una fea entrada sobre el recién ingresado Nico, que sustituyó a un De Bruyne despedido con honores por su afición. Minutos después, se caería el estadio cuando Rodri saltó al césped ocho meses después, superada ya esa lesión de ligamento cruzado. Nico González maquilló el resultado con una gran acción individual y Jebbison anotó el tanto 'cherry' en el añadido. La Champions, a tiro.