Crisis total en el Arsenal

La derrota en la final de la Carabao Cup frente al Manchester City ha abierto la caja de los truenos en el Arsenal. Cada vez son más las voces que apuntan al técnico, Arsène Wenger, como máximo responsable de la situación por la que atraviesan los 'gunners'.

Ian Wright, exgoleador del club londinense, lidera las llamadas para que haya un cambio en el banquillo. Criticó tanto la falta de autoridad del técnico francés como la pasividad del dueño del club, Stan Kroenke, en declaraciones a la BBC: “A Kroenke le da igual. Si no fuera así, Wenger no tendría un contrato de dos años", señaló directamente.

Además, habló de situaciones muy graves: "Hay jugadores jóvenes que llegan con retraso a los entrenamientos y hay que ir a sus casas a buscarlos. Los hay que llaman al club por la mañana para decir que no se encuentran bien y que no se van a entrenar". Y culpa directamente a Wenger: "El entrenador no manda con mano de hierro, es pacífico, siempre con el 'no pasa nada, todo saldrá bien'. No se puede seguir así con alguna gente porque ven debilidad.”

Entre la plantilla también hay quien duda del técnico, aunque las quejas públicas se dirigieron más al arbitraje de la final. En ese sentido, Jack Wilshere, centrocampista del Arsenal, quizás el único jugador que pudo evitar las críticas de los seguidores en Wembley, no impresionó sin embargo con su mensaje en las redes sociales en las que reclamaba una falta no pitada en el primero gol del City y un fuera de juego en el segundo. Además, dijo que el centrocampista del Manchester City, Fernandinho, debió ver una segunda tarjeta amarilla.