El City se exhibe con un De Bruyne estelar y vapulea el Tottenham

El City arrasó otra vez

El City arrasó otra vez / AFP

Pol Ballús

Hace semanas que llegó el frio en Inglaterra, recientemente el tramo más duro de la temporada para el City, y esta tarde, en Manchester, una espesa niebla sobre el verde del Etihad Stadium. Pero ninguno de estos factores ha sido, hasta ahora, capaz de parar al City de Guardiola.

Los líderes de la Premier siguen ganando, no se cansan de golear, y tampoco de mandar contundentes mensajes al resto de rivales para que se olviden de esta Premier League.

La última víctima de los ‘sky blue’ fue el Tottenham. Uno de los equipos más elogiados por Pep desde su llegada a Inglaterra, y que arrancó bien incluso, pero no pudo hacer nada para evitar ser barrido del norte de Inglaterra. Dos tantos de Sterling, otro de Gündogan y una exhibición de Kevin De Bruyne encumbran a la ‘Blue Moon’ (luna azul), el símbolo del City, en lo más alto de Inglaterra.

El Tottenham de Pochettino dispuso en el Etihad Stadium el planteamiento más ambicioso que h recibido el City esta temporada. Renunció a la defensa de cinco y llenó su once de jugadores de ataque, listos para ir a presionar la salida de balón local desde el primer milímetro de césped.

El duelo arrancó en una batalla táctica que rompió Gündogan en un saque de esquina. El fino centrocampista cambió su registro para entrar en carrera a rematar un córner, y dejar en evidencia el marcaje zonal de los ‘spurs’ con un cabezazo inapelable para Lloris. El balón parado ha dado al City un rédito incalculable recientemente: en los últimos tres partidos, han anotado dos goles con este registro, incluyendo los dos que dieron el triunfo en Old Trafford.

La temprana ventaja dio al conjunto de Guardiola la confianza para sacar su aura. La del equipo indomable, que encierra sin compasión a todo rival que se encuentra en una avalancha de presión y verticalidad. Los ‘citizens’ sometieron totalmente a un Tottenham que vio totalmente barrido su arranque valiente, y acabó dando gracias de no quedarse sin opciones antes del descanso. Agüero y Sterling perdonaron una doble ocasión, Lloris salvó los intentos de De Bruyne, y el exceso de velocidad fue lo único que impidió a Sané ver puerta.

Exhibición de De Bruyne

Un tiro desde la frontal de Harry Kane, que lamió el poste de Ederson, fue el único señal de vida de los ‘spurs’ antes del descanso. Antes de que llegara la enésima exhibición de Kevin De Bruyne.

El futbolista belga, ya desatado en la elaboración en el primer tiempo, completó su partido con una actuación de un nivel al que, en Inglaterra, ahora mismo solo llega él. No hay palmo del campo donde no tenga influencia, y su día se empezó a encumbrar cuando se decidió a cerrar el resultado.

Suya fue la conducción en una frenética contra que acabó en el segundo tanto. Amagó De Bruyne con el pase dentro del área, recortó hacía fuera, y fusiló a Lloris con su pierna izquierda. El meta solo rozó el tiro que levantó el Etihad Stadium al grito de “Oh, Kevin De Bruyne”.

Su contribución podría haber sido incluso mayor si Gabriel Jesus hubiera aprovechado el penalti que De Bruyne provocó pocos minutos después. El brasileño asumió la responsabilidad, pero su disparo estalló en el poste, y el rebote lo malogró Sterling a puerta vacía.

El extremo inglés tuvo un sinfín de ocasiones francas, y con el Tottenham derrumbado llegó su momento. Pochettino cambió a Dele Alli e introdujo a Sissoko, pero todos sus intentos de atar en corto al City fueron en vano.

La rúbrica llegó en otra carrera imparable, en la que De Bruyne Gündogan lanzaron a Sané. A placer, el alemán dio el pase de la muerte para que Sterling empujara a gol el 3-0.

Bernardo Silva, entrando de refresco, tuvo el cuarto en sus botas. El orgullo de Lloris lo evitó, pero no pudo hacer lo mismo cuando volvió a plantarse Sterling delante suyo. El inglés se deshizo del meta con un caño antes de certificar el cuarto y definitvo para los ‘sky blues’. Raheem suma ya 11 goles en liga, su mejor marca de siempre, y 15 en todas las competiciones.

El honor para los de Pochettino lo rescató Eriksen poniendo un 4-1 estéril en el marcador. El punto y final a otra exhibición del equipo de Guardiola, que no entiende el significado de la palabra derrota y sigue empeñado en hacer creer a sus fans que la imbatibilidad no es del todo imposible. Son 16 victorias consecutivas, 21 puntos respecto a un Tottenham herido, y la sensación de que este Premier no se les escapara.