Chelsea: Fractura total y rotuladores volando

Antonio Conte está en la cuerda floja en el Chelsea

Antonio Conte está en la cuerda floja en el Chelsea / AFP

Sport.es

A tan solo trece días para que el Barça visite Stanford Bridge para dirimir el primer asalto de los octavos de final de la Champions League, el Chelsea es una olla a presión a punto de explotar.

Las dos humillantes derrotas encadenadas ante el Bournemouth (0-3), en casa, y en el feudo del Watford (4-1), unido a la eliminación de la EFL Cup a manos del Arsenal (2-1) han sacado a la luz pública la fractura existente entre el tecnico blue, Antonio Conte, y sus futbolistas, una fractura que se ha ido fraguando a lo largo de una temporada decepcionante.

El Chelse empezó el curso con la ambición de defender el título conquistado brillantemente la pasada campaña. Pero pasado el ecuador del ejercicio, el club londinense se encuentra a 19 puntos del lider, el Manchester City.

Así las cosas, la Champions League se presenta como la tabla de salvación para todos, pero está por ver si las heridas cicatrizan en estos trece días que quedan antes de recibir al Barça.

Conte está en la cuerda floja y solo mantiene su puesto porque el dueño de la entidad blue, Roman Abramovich, no quiere repetir errores del pasado.

El empresario ruso está harto de ponerse en manos de los futbolistas y destituir ahora al técnico sería reconocer públicamente que la plantilla ha ganado el pulso.

Luiz Felipe Scolari, Andre Villas-Boas e incluso Jose Mourinho fueron víctimas del vestuario. Claro, que entonces, la plantilla del Chelsea tenía auténticos pesos pesados como Didier Drogba, Peter Cech, John Terry o Frank Lampard, futbolistas que tenían mucha influencia en Abramovich.

El empresario ruso ha preferido en esta ocasión analizar la situación con su directora, Marina Granovskaia, y el resto de la directiva, en lugar de reunirse con los futbolistas.

Los últimos días se han conocido detalles de la mala relación del técnico con sus jugadores. Sus enfrentamientos con Diego Costa o David Luiz ya eran públicos. Ahora ha trascendido que la plantilla culpa de las numerosas lesiones sufridas a la dureza de sus entrenamientos, que llegan a prolongarse hasta tres horas.

En el seno del vestuario tampoco gustan sus modos. Los futbolistas han aguantado rotuladores volando, gritos fuera de lugar y ruedas de prensa calientes, que se unen a la desconfianza táctica.

Los jugadores aún no comprenden porqué se ha variado el esquema que les llevó al éxito el pasado curso y los constantes cambios en el once inicial.

Tras caer en Watford, la plantilla intentó un acercamiento a través de su capitán Gary Cahill, que solicitó dos días extras de fiesta al ya programado para desconectar. Conte recogió el guante. Veremos si es suficiente para sellar la fractura de cara a la eliminatoria contra el Barça.