El Chelsea se estrella en Goodison Park

Sarri: "No puedo explicarlo, quizá es un bloqueo mental"

A Sarri le cuesta entender la derrota ante el Everton / Perform

Albert Gracia

El Chelsea es un equipo que da una de cal y otra de arena. Y esta vez ha tocado mostrar su rostro menos bueno. Los de Sarri fueron superiores al rival en la primera mitad pero sucumbieron en la segunda. La falta de pegada de los 'blues' lastró a un equipo que ya debe plantearse seriamente si debe seguir compitiendo en esta Premier League o arriesgarlo todo a la Europa League. 

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Premier League

2
0
Alineaciones
Everton
Pickford; Coleman, Keane, Mina, Digne; Gomes (Schneiderlin, 68'), Gueye; Richarlison, Sigurdsson (Davies, 86'), Bernard (Walcott, 78'); Calvert-Lewin.
Chelsea
Kepa; Azpilicueta, Rüdiger, David Luiz, Alonso; Jorginho (Hudson-Odoi, 74'), Kanté, Barkley (Loftus-Cheek, 65'); Pedro, Higuaín (Giroud, 65') y Hazard.

Lo probó mucho más el Chelsea en la primera mitad. Los discípulos de Sarri tuvieron la posesión -como no podía ser de otra manera- y gozaron de grandes ocasiones para abrir la lata pero se encontraron con la pólvora completamente mojada. Esta vez, los altos índices de posesión si le valieron a un equipo que asedió al Everton y lo arrinconó en su propia área.

De hecho, Hazard e Higuaín tuvieron sendas ocasiones que pudieron cambiar el signo del partido en los primeros minutos. No obstante, no estuvieron acertados, como tampoco lo estuvo Pedro en una jugada en la que él solo se la guisó y se la comió, pero su remate se marchó por muy poco. La segunda parte solo podía traer alegrías para los 'blues'. 

Pero trajo carbón. Y es que el Chelsea vio como el Everton le pasaba por encima haciendo uso de una pegada descomunal. Sin prácticamente hacer demasiado, los de Marco Silva se pusieron rápidamente por delante, demostrando que si fallas mucho el rival te lo hace pagar. Richarlison fue el encargado de abrir la lata aprovechando un balón muerto en el área tras un saque de esquina.

Con el resultado en contra, al Chelsea le tocaba seguir proponiendo mientras el Everton tenía suficiente con mantener la ventaja. E incluso le dio tiempo a incrementarla tars un absurdo penalti de Marcos Alonso. Sigurdsson erró la pena máxima pero estuvo atento para aprovechar el rechace. Con el 2-0, el Chelsea siguió con su guión de partido pero el Everton ya había escrito toda la historia.