Y el Chelsea entró en otra dimensión con Lukaku

El belga jugó su primer partido con la camiseta 'blue' ante el Arsenal tras su 'regreso' y demostró ser la pieza que tanto ansiaba Tuchel

Se acabaron los 'falsos 9' en el Chelsea; Lukaku ganó casi todos los duelos cuerpo a cuerpo, generó espacios y fue clave para que Mount y Havertz disfrutaran

El resumen de la victoria del Chelsea ante el Arsenal

Albert Gracia

Albert Gracia

En tiempos de pandemia, pocos, o muy pocos, se escandalizaron por los 97 millones de libras que pagó el Chelsea para incorporar a Lukaku. Todos lo vendíamos como un fichaje estratégico, de esos que elevan de por sí el nivel de una plantilla, incluso de la campeona de Europa. Claro, pocas cosas sonaban tan bien como la combinación Chelsea-Lukaku-Tuchel, más si cabe tras el máster que el belga ha tenido en el Inter, con un sistema parecido y donde ha tenido que ejercer de líder.

El belga llegaba a Stamford Bridge para reforzar la única posición que más cojeaba en el milimétrico engranaje 'blue', y en su primer partido su rendimiento y, sobre todo, encaje han asustado a la Premier. También a un tipo que de asustarse no vivió sus mejores tiempos como Roy Keane, comentarista ahora en 'Sky Sports', que no dudó en meter al Chelsea directamente en la puja por levantar el título liguero.

El de Amberes es todo lo que pedía Tuchel: cuerpeo, uno contra uno en el área, amenaza al espacio, juego aéreo y capacidad para generar espacios para los '10' del equipo. Ante el Arsenal, Mount y Havertz se movieron alrededor del belga como quisieron, aprovechándose del quebradero de cabeza que Lukaku estaba creando a toda la zaga 'gunner'. Nadie logró pararlo de espaldas.

La jugada del primer gol definió la vuelta de tuerca que Lukaku puede generar al juego 'blue': los mediapuntas generan el espacio por dentro para que el balón caiga al belga, Lukaku aguanta la embestida de los centrales, atrae al lateral zurdo como así estaba previsto, cede atrás y Reece James que solo tiene que atacar el espacio para ponérsela a placer nuevamente al '9'. Fácil.

Tras el duelo, el belga afirmó que su partido había sido "dominante". Lo que vendría a ser un ejercicio de prepotencia se quedó prácticamente en un mensaje humilde. Y es que solo Leno evitó que Lukaku se llevara el balón del partido. Aun así, su juego fue mucho más allá de lo que pudo hacer con el esférico en sus pies. Sus constantes arranques al espacio, su amenaza en el cuerpeo y su presencia en el área liberó a otros como Mount o Havertz. Ambos necesitaban un '9' en el equipo. También Werner, que perderá protagonismo pero debería sentirse más cómodo quitándose de encima la losa de ser la referencia.

Ahora Tuchel y el engranaje 'blue' han encontrado la pieza perfecta que les faltaba. El belga acaba de llegar, por lo que queda todavía margen de mejora para generar nuevas sociedades y automatismos. Así definió Jonathan Wilson en 'The Guardian' lo que Lukaku había generado en su estreno: "¿Alguien dudaba de que Romelu Lukaku marcaría contra el Arsenal? ¿Hubo alguien que pensó: '¿Sabes qué? Creo que al Arsenal se le puede ocurrir un plan viable para detenerlo'".

"Nadie querrá enfrentarse a Lukaku", decía Tuchel. Esta semana veremos un Chelsea-Liverpool. Veremos si Tuchel ha tenido tiempo para encajar, si cabe más, a su '9'. Preparen palomitas, porque habrá un Lukaku-Van Dijk.