El Fulham castiga la racanería de Mourinho

Kane adelantó a los 'spurs', que luego jugaron a verlas venir. Los de Scott Parker mejoraron y un gol de Cavaleiro obró el empate

Esta vez la táctica 'amarrategui' no le salió bien a Mourinho, que pierde una gran ocasión para ponerse tercero y se queda sexto

Harry Kane, durante un lance del encuentro con Reed

Harry Kane, durante un lance del encuentro con Reed / AFP

Roger Payró

Se la pegó el Tottenham contra el Fulham. Se lo merecieron los ‘cottagers’, que ya saben el abecé de Mourinho: ponerse por delante en el marcador y vivir de rentas a la espera de matarlo a la contra. Esta vez salió cruz. Un gran testarazo de Cavaleiro igualó otro igual o mejor de Kane. Los ‘spurs’ se quedan sextos. Podrían haber acabado terceros.

Tottenham-Fulham

Premier League

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Alineaciones
Tottenham
Lloris; Aurier, Davinson Sánchez, Dier, Reguilón; Winks (Lamela, 75'), Hojbjerg; SIssoko, Ndombele (Carlos Vinicius, 81'), Son; Kane.
Fulham
Areola; Aina, Andersen, Adarabioyo; Tete (Lookman, 67'), Reed, Anguissa, Robinson; Loftus-Cheek (Onomah, 91'); Reid y Cavaleiro (Kamara, 86').

Reguilón, hiperactivo en el inicio, probó suerte en la primera. Se le escapó alta. Zapatero, tú zapatos. Lo que mejor se le da al español es asistir y por su costado llegó el primero. Aprovechó la autopista que le dejaron en la izquierda y su centro milimétrico lo cabeceó en plancha Kane. Lo más difícil estaba hecho.

Justo antes Areola había parado un par de Son, siendo especialmente buena la segunda. Pero tras el gol poco más tuvo que intervenir. Dio un paso atrás el Tottenham y Loftus-Cheek ya asustó a Lloris antes del asueto. Se olía que los de Scott Parker no iban a quedarse de brazos cruzados.

Se desentendió del balón el Tottenham buscado matar el duelo a al contra. Cerca estuvo de lograrlo Son. El palo le negó el tanto. Y del 2-0 al 1-1. Lookma, que había entrado de refresco, dejó retratado a Davinson y la puso en el corazón del área donde Cavaleiro se elevó para mandar el balón lejos del alcance de Lloris.

Se despertó el Tottenham, pero ya no pudo remediarlo. Reguilón marcó, aunque Son estaba en fuera de juego en el origen. El asistente le quitó a ilusión. A él y a todo el equipo. Batacazo.