De Bruyne deja al Chelsea fuera de combate

El Manchester City de Guardiola fue superior y se llevó el duelo estrella de la jornada de Premier

Un martillazo de De Bruyne sentenció a su exequipo. El Chelsea cae a 13 puntos del liderato, gobernado por el City

De Bruyne abrió la lata ante el Dortmund

De Bruyne abrió la lata ante el Dortmund / MEDIAPRO

Pol Ballús

Pol Ballús

Fue un gol de Kevin De Bruyne el que hizo creer a Pep Guardiola que podía ganar su primera Premier, en 2017, y volvió a ser el belga quien empieza a decidir la última. En ambos ejemplos la víctima fue la misma, su exequipo, el Chelsea. El belga errante acabó este sábado con las esperanzas de los ‘blues’, que pisaron el Etihad con la intención de reengancharse a la Premier y salieron noqueados, a 13 puntos de un liderato que comanda un Manchester City superior a todos.

Manchester City - Chelsea 15/1/22

Premier League

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Alineaciones
Manchester City
Ederson; Walker, Stones, Laporte, Cancelo; Rodri, Bernardo Silva, De Bruyne (Gündogan, M.84); Sterling, Foden (Gabriel Jesus, M.89), Grealish.
Chelsea
Kepa; Rudiger, Thiago Silva, Sarr; Azpilicueta, Kanté, Kovacic, Alonso (Mount, M.81); Ziyech (Hudson-Odoi, M.69), Lukaku, Pulisic (Werner, M.69).

El duelo entre Pep y Tuchel volvió a ser todo lo disputado que uno puede esperar, aunque los londinenses no hicieron lo suficiente como para parar la avalancha de talento celeste, que todo el mundo conoce, pero casi nadie puede frenar. De Bruyne dejó su jugada marca de la casa, una acción de las que quedará para el recuerdo de la Premier League: divisó un carril a la espalda de Kanté, al que apeó con el cuerpo para cabalgar en diagonal hasta el balcón del área. Allí sacó su pincel, hoy más preciso que potente, para guardarlo de rosca a la red de Kepa.

El gol llegó en el ecuador del segundo tiempo de un partido en el que pasaron varias cosas. Tuchel sorprendió sin Mount ni Jorginho en el once, pero ni Pulisic, ni Kanté ni su reconciliación con Lukaku evitaron que el ritmo lo marcara el City. Guardiola dio las manijas del juego a Rodri, De Bruyne y Bernardo Silva. En la sala de máquinas, el más hiperactivo fue el portugués, incansable a la hora de generar fútbol. Sterling era un dolor de muelas para Alonso, mientras Foden y Grealish trataban de flotar entre líneas.

Lo más destacado del primer tiempo llegó al final: Kovacic fue incapaz de resolver una encerrona del City en la presión, perdió el balón en su área y sólo Kepa evitó con un gran pie que Grealish abriera la lata. Se lamentó el inglés, como todo el Etihad, consciente que contra el Chelsea no sueles tener muchas. Y cuando lo haces, mejor aprovecharlas.

Advirtió de ello Lukaku en la reanudación. El belga tuvo su única opción en el partido en una estampida a la contra, pero su tiro de primeras lo adivinó Ederson. Fue el aviso que necesitó el City para aplicar una marcha más, con Sterling y Bernardo liderando en ataque con insistencia hasta que De Bruyne puso la luz. El gol traumatizó a un Chelsea que ni con la entrada de Mount, Werner o Hudson-Odoi supo sobreponerse al pánico de ver el título de la Premier desplomarse de su alcance. El Manchester City va disparado hacia su cuarto campeonato en cinco años.