Barkley le quita la sonrisa a Mourinho en el último suspiro

El momento del empate de Barkley

El momento del empate de Barkley / AFP

Sebastián Vargas Rozo

El Chelsea y el Manchester United firmaron las tablas por 2-2 en un partidazo que tuvo condimento por donde se le miró. Un doblete de Martial fue insuficiente para los visitantes, que vieron caer sus esperanzas gracias a un gol en el último segundo de Ross Barkley.

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Premier League - Jornada 9

2
2
Alineaciones
Chelsea
Kepa; Azpilicueta, Rüdiger, David Luiz, Marcos Alonso; Kanté, Jorginho, Kovacic (Barkley, 69'); Hazard, Willian (Pedro, 74'), Morata (Giroud, 79').
Manchester United
De Gea; Young, Smalling, Lindelof, Shaw; Matic, Pogba; Rashford (Alexis, 85'), Mata (Herrera, 75'), Martial (Pereira, 84'); Lukaku.

José Mourinho, que llegaba a su antigua casa caminando por la cornisa y con peligro latente de caer, no veía muchas esperanzas durante la primera mitad. El dominio de los hombres de Sarri fue aplastante, tanto que pareció poco el 1-0 con el que se consumaron los primeros 45'. Como dato claro, el United no disparó al arcó durante todo ese tiempo.

Rüdiger, con un buen cabezazo, mandó a los 'blues' al frente, y se presumía que los 45' finales tuvieran la misma tónica. Sin embargo, a los trompicones y con más ganas que fútbol, Anthony Martial pudo conseguir el empate con polémica incluida. Poco caso hicieron los de Mourinho a un dolido Marcos Alonso que se retorcía en el suelo, y un control excelso del delantero francés acabó con el 1-1 en el marcador.

Por supuesto, la igualdad le vino mejor a los de Manchester. Martial repitió la fórmula minutos más tarde, al 73', con otro brillante control quee le dejó servida la pelota para fulminar a Kepa. 1-2 que parecía mucho premio para los 'red devils'.

Con el Chelsea desdibujado el partido parecía sentenciado. Pero la última palabra no estaba dicha. Barkley, quien ingresó en la segunda mitad, cazó un balón de nadie cuando el partido agonizaba en el 96' y acomodó un remate sobre el palo izquierdo de De Gea que desató la locura en Stamford Bridge. Tras un rifirrafe entre Mourinho y un ayudante de Sarri, el colegiado Dean decidió darle punto final al trepidante partido.

"Tres gané acá, tres", gesticuló Mourinho en su despedida del campo, refiriéndose a las tres Premier ganadas durante sus pasos por el conjunto 'blue'. Hoy, para su pesar, la historia es otra. Hundido en la octava posición, quizá el gol de Barkley signifique algo más que un simple empate para el portugués.