Arshavin: un fichaje de invierno y una película de espías

El fichaje de Arshavin por el Arsenal en enero de 2009 contiene una de las historias más increíbles de todos los fichajes realizados en invierno

Incluyó llamadas del servicio de inteligencia ruso, lloros con una oferta rechazada del Barça e incluso una proposición de película del director Guy Ritchie

Arshavin, en acción

Arshavin, en acción

Pol Ballús

Pol Ballús

Enero se acerca y los clubes de la Premier no paran quietos entre bambalinas. Un ejemplo es el Everton, donde Rafa Benítez ha ganado una batalla de poder contra el director deportivo del propio club. Este último, Marcel Brands, ha acabado marchándose debido a discrepancias en la política de fichajes. En el Newcastle, el exsecretario técnico del Chelsea, Michael Emenalo, ha rechazado ejercer el mismo rol en los ‘magpies’. Otro varapalo para el proyecto saudí.

El mercado del fútbol nunca se detiene, menos en vistas a un periodo importante. A lo largo de la historia, la ventana de invierno ha dejado capítulos increíbles, que deambulan entre la verdad y el mito. Entre las mejores de ellas está, sin duda, el caso de Andrey Arshavin.

En enero de 2009, el Arsenal cerró el fichaje del mediapunta ruso por unos 20 millones de euros. La operación, como se reveló, incluyó llamadas del servicio de inteligencia ruso, lloros del futbolista con una oferta rechazada del Barça e incluso una proposición de película del director Guy Ritchie.

Lo explicó con detalle Dennis Lachter, quien fue agente de Arshavin,The Athletic. Todo empezó en 2007, cuando recibió una llamada del jugador. “Se quien eres y voy a ser breve. Quiero jugar en el extranjero, ¿podemos hacer algo?”, soltó Arshavin. Al mismo tiempo, el mediapunta le suplicó que lo hiciera con el mayor secretismo posible. Lachter descubrió por qué al recibir una visita en su casa en Moscú.

“Le invitamos a conocer el servicio de inteligencia ruso”. Lo que parecía ser una broma de la visita acabó con un agente mostrando su identificación para acabar llevándo a Lachter a Lubyanka, en las antiguas oficinas de la KGB. Allí se produjo una reunión en la que los servicios de inteligencia le pidieron a Lachter que no olvidara de mover a Arshavin, entonces el jugador predilecto del equipo favorito del presidente ruso, Vladimir Putin.

Desolado por no ir al Barça

Según el agente, la advertencia no hizo más que motivarle más para mover a su cliente. Por el camino se encontró una llamada del Barça en verano de 2008: “El Zenit había rechazado su oferta de 25 millones. El problema fue que no me llamaron antes a mi. No sabían cómo hacer negocios en Rusia, por lo menos, desde que ficharon a Korneyev. No conocían la mentalidad del país”.

“Fue duro contárselo a Arshavin, el Barça era el club de su infancia, por el que soñaba jugar”, añadió Lachter. El jugador acabó en el Arsenal gracias a la afinidad de los agentes rusos con ejecutivos ucranianos de los ‘gunners’, y a varias reuniones secretas con el Arsene Wenger. Años más tarde, Lachter contó todos los secretos de la operación en la mansión del cineasta Guy Ritchie, acompañado de su exmujer Madonna: “Ritchie me dijo que tenía que hacer una película de esto”. Para que luego digan que no puede salir nada bueno de un fichaje de invierno.