Historia SPORT

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El apagón de Cristiano es la luz de la Premier

El redebut de Cristiano Ronaldo en la Premier League no se pudo ver en directo por ninguna televisión inglesa

El Manchester United-Newcastle se disputó en la franja horaria del ‘blackout’, o lo que es lo mismo, el apagón

Cristiano Ronaldo regresó a Manchester United por todo lo alto con un doblete en su última conquista

Cristiano Ronaldo regresó a Manchester United por todo lo alto con un doblete en su última conquista / AS

Pol Ballús

Pol Ballús

El Manchester United llevaba una semana seguida gestionando colas cada mañana en los aledaños de su tienda oficial, en Old Trafford. El club, de hecho, se encargó de alimentar dicha expectación publicando, cada día de la semana previa, fotos inéditas, o nuevas declaraciones de amor hacia la primera afición que vio a CR7 convertirse en leyenda. Sin embargo, el redebut de Cristiano Ronaldo en la Premier League no se pudo ver en directo por ninguna televisión inglesa. Ni en abierto, ni pagando. Ni en casa, ni en el bar. Simplemente, no se emitió.

Lo que a simple vista podría dibujar un despropósito en términos de marketing forma parte de un plan tan consensuado como imprescindible para entender el éxito de la Premier. El Manchester United-Newcastle se disputó en la franja horaria del ‘blackout’, o lo que es lo mismo, el apagón: por ley, amparada por la FIFA, Inglaterra prohíbe emitir en directo cualquier partido de fútbol que se dispute entre les 3 y las 5 de la tarde del sábado, hora local.

El motivo de este recurso inglés es claro: proteger la asistencia de las aficiones a los estadios. No tan solo en la Premier League, sino hasta las categorías amateurs del país. No existe país en Europa con un horario tan socialmente establecido para los partidos de fútbol. Cada sábado, a las 3 de la tarde, se va a ver el fútbol. Sea Premier, o sexta división. Todos los partidos empiezan a la misma hora.

La fidelidad inglesa

Si se levantara el apagón, ¿un hincha, pongamos, del Southampton preferiría ir al estadio para alentar a los suyos o elegiría ver en su casa la vuelta de Cristiano? O más aún. En Stockport, localidad colindante con Manchester en la que muchos aficionados apoyan a City o United, más allá de su Stockport County: ¿quién iría a Edgeley Park para ver a su equipo de quinta división si en casa pueden ver un Leicester-Manchester City?

La respuesta a todas esas preguntas, en realidad, no la sabe nadie. Cierto es que en la identidad del fan inglés existe un componente de fidelidad y proximidad hacia la comunidad incomparable. Pero, a largo plazo, hay muchas dudas de que eso se mantuviera sin el apagón. En otras palabras: los expertos creen que, sin el ‘blackout’, la pirámide del fútbol inglés corre peligro.

No tanto por el Manchester United, o el Liverpool, o el Chelsea, sino por los clubes que, desde su modestia, dependen de los ingresos de sus taquillas para sobrevivir. La compensación que puede suponer para un club de cuarta división recibir un pago de una cadena televisiva para emitir sus partidos no llega ni por asomo, por precio de mercado, a lo que reciben llenando su estadio cada dos semanas.

Si hoy la Premier League es la mejor Liga del mundo es porque llena sus estadios de aficionados sedientos de gritar por su equipo. Es porque esto, a veces, influye más en el juego que un fichaje de 50 millones. Y es porque esa identidad se mantiene a todos los niveles. Por eso la gente los quiere ver.

En la previa de la jornada, Marcelo Bielsa definió el ‘blackout’ como una decisión “magnífica”, ya que “prioriza el juego por delante de ingresos comerciales o intereses de negocio”. Y no le falta razón, aunque todo está más cerca de lo que parece. El apagón de Cristiano es, en parte, lo que ilumina la Premier.