Anfield, un asunto pendiente de Guardiola

Pep Guardiola acumula 11 temporadas ejerciendo de entrenador. Ha dirigido en un total de tres campeonatos domésticos. En todas esas campañas, se ha enfrentado a un total de 74 distintos. Y solo contra siete de ellos no ha sido capaz de ganar un partido de liga a domicilio. En España, Guardiola no sabe lo que es ganar Los Pajaritos contra el Numancia (donde jugó una sola vez) ni en los estadios de Betis y la Real Sociedad (dos veces en cada uno). En Alemania solo se le resiste el Friburgo (dos veces). En la Premier están el Wolverhampton y el Norwich City (por ahora ha jugado allí solo una vez). Y, por supuesto, Anfield.

Son ya tres las ocasiones en las que ha visitado el templo del Liverpool en partido de liga, sumando un empate y dos derrotas. Se le podría añadir también otro partido de Champions en el cual perdió. Viendo las estadísticas, no son de extrañar las declaraciones de Pep Guardiola en la previa del Liverpool-Manchester City del próximo domingo. “Anfield tiene una influencia enorme en los partidos. Ahora mismo, es el estadio más duro de visitar del mundo”, sentenció.

El Liverpool tiene ahora mismo la sartén por el mango en la Premier League. Son líderes y les separan seis puntos del actual campeón. Ni una derrota el domingo les apearía de la situación de privilegio. Y Guardiola ni dudó en elogiar a los de Klopp: “Seguramente son el mejor equipo del mundo en estos momentos. Lo dije hace tiempo: es el rival doméstico más duro que me he encontrado en mi carrera como entrenador”.

La corriente de elogios fue mutua. También colaboró Jürgen Klopp, afirmando que para él, “Pep Guardiola es el mejor entrenador del mundo. Solo hay que ver como ha influido en todos sus equipos a lo largo de su carrera”. El alemán, sin embargo, no tiene miedo. “No admiro ningún equipo rival. Les tengo respeto. El City tiene un carácter especial, velocidad y gran capacidad técnica. Un equipo fantástico. Ambas maneras de ver el fútbol, la suya y la nuestra, te pueden llevar al éxito. Veremos cual triunfa”, e hizo un llamamiento a la afición: “Tengo claro que necesitamos Anfield en su máxima expresión para ganar este partido. Los jugadores deben jugar su mejor partido. La grada tiene que estar en máxima forma, incluso el encargado de vender perritos calientes tiene que estar enchufado”. Y Pep, pese a elogiar el ambiente, reclamó no volver a pasar por un recibimiento accidentado, como el que sufireron en Champions League: “El ambiente de Anfield está muy bien, pero que la llegada en autobús que tuvimos hace dos años no me gustó nada”.

El momento de Claudio Bravo

Sin duda la gran noticia de la previa fue la lesión de Ederson. Pep Guardiola confirmó que su portero no estará en condiciones para jugar en Anfield tras ser sustituido en Champions ante el Atalanta por un problema muscular. Su sitio en la portería lo ocupará Claudio Bravo.

Guardiola trató de mostrar en público su confianza hacia el portero chileno: “Bravo puede hacerlo, confiamos en él por supuesto. Ganamos la Carabao Cup y la Community Shield con él. No vamos a perder en Anfield porqué juegue Bravo. Si la primera temporada le costó más fue porqué el equipo no estaba en su máximo nivel. No era su culpa”. Aún así, en el entorno mediático inglés, y entre los fans del City, la confianza con Bravo no es la mejor.

El recuerdo de su primera temporada en la Premier League sigue presente entre la afición celeste. Y Anfield no parece el estadio más propicio para recuperar sensaciones. Desde la llegada de Guardiola al Manchester City, el del Liverpool es el tercer estadio de toda la Premier League donde han recibido más tiros, un total de 28 en tres duelos. Solo lo superan Old Trafford (34) y Selhurst Park (32).

La ausencia de Ederson se suma a una larga lista del City en la enfermería, acompañando a Sané, Laporte, Zinchenko, Rodri y David Silva. Estos dos últimos, sin embargo, en la fase final de su lesión. No se descarta que puedan llegar al partido. Por parte del Liverpool, la única baja de Klopp será Matip. El resto de la plantilla, a plena disposición para afrontar el partido que parará la Premier League.