Los diablos rojos 'encienden' Old Trafford

Los diablos rojos han encendido Old Trafford. Vestidos con los colores del club, equipados con bengalas y prácticamente con el tridente en la mano, como es representado en su escudo, han asaltado Old Trafford para iniciar un teatro donde representar su malestar y tratar de conseguir su sueño, ver los dirigentes actuales abandonando el club. La Superliga ha acabado con la paciencia de los aficionados del United que, si antes ya estaban descontentos, ahora mismo no quieren ver a los Glazers ni en pintura.

El pueblo ha iniciado su revuelta, ya lo hicieron en su día para forzar sus retiradas de la nueva competición, pero lejos de conformarse con esto, quieren acabar con los que querían forzarles a ello. Los clubes ingleses fueron el detonante de la disolución de la Superliga y ahora, después de lo visto en Manchester, también puede significar la caída de las grandes familias que gobiernan el 'big six'.

Todo ha empezado este mediodía cuando, horas antes del inicio del encuentro entre el United y el Liverpool, previsto a las 17:30 hora española, los aficionados han conseguido entrar a Old Trafford y apoderarse del césped. Han empezado siendo unos 200, pero según medios locales, podrían haber terminado juntándose unos 1000. Entre cánticos y lanzamientos de bengalas contra el palco, también se ha podido ver aficionados que han aprovechado para 'marcar goles' en su estadio. Incluso uno, se ha llevado de recuerdo el banderín de córner. Eso sí, han conseguido lo que buscaban. El mundo del fútbol ha estado conectado a Manchester toda la tarde.

Una protesta con doble foco

No solo han ocupado el 'teatro de los sueños', sino que también han privado a los futbolistas del United de poder salir del hotel de concentración. Sin futbolistas el partido no se podía disputar y los aficionados podían seguir sobre el terreno de juego. Muchos, también ocupaban su lugar en los aledaños del estadio. El colegiado, Michael Oliver, más tarde ha conseguido adentrarse en Old Trafford, pero ante la poca previsión que tenía de arbitrar, ha decidido grabar, sorprendido, lo que sus ojos estaban viendo.

Pero, finalmente y una vez la Premier League ha visto que no se podía disputar el encuentro a la hora fijada, las cargas policiales han empezado. Tanto dentro como fuera, las fuerzas policiales han intentado disuadir a los 'hooligans' del United, pero se ha terminado tomado la decisión más sabia, aplazar el encuentro y cesar con los enfrentamientos.

La Premier, los dos equipos y la policía han terminado reuniéndose para encontrar otra fecha donde disputar el encuentro, que todavía no ha sido decidida.

Otro de los motivos que han influido en la decisión de aplazarlo, ha sido que, para seguir el protocolo Covid, se tenía que desinfectar los rincones del estadio donde hubieran estado presentes los aficionados y esperar un par de horas más.