¿Cómo saber si tengo cistitis?

El término cistitis refiere a la inflamación de la vejiga y como indican desde el portal web de la Mayo Clinic, especializada en información sobre la salud, suele tener su origen en infecciones bacterianas de las vías urinarias, causadas especialmente por la conocida bacteria Escherichia coli. Sin embargo, también existen otras variedades de cistitis más allá de la cistitis bacteriana como la cistitis por medicamentos, la cistitis por radiación, la cistitis por cuerpos extraños, la cistitis química o la cistitis asociada a otras enfermedades tales como la diaberes o los cálculos renales. La pregunta es: ¿Cómo detectar que padecemos cistitis?

Según explican desde la Clínica Universidad de Navarra, "la cistitis se define por un cuadro clínico de dolor o escozor miccional, frecuencia miccional muy aumentada y escasa, sensación permanente de deseo miccional y a veces orina sanguinoliente". ¿Pero y la fiebre? En palabras de sus expertos, este cuadro de síntomas cursa siempre sin fiebre, por lo que la presencia de esta indicaría que, además de la vejiga, existe otro órgano de nuestro organismo afectado por la infección o por el trastorno que provoca la cistitis. Puede ser el riñón o la próstata en el caso de los hombres, por mencionar dos potenciales ejemplos.

Esta es la razón por la que debemos consultar a un médico en caso de identificar síntomas de cistitis. Al fin y al cabo, y además del daño provocado a la vejiga, la infección podría terminar afectando a otros órganos, lo que resulta bastante más peligroso. Así, aconsejan desde la Mayo Clinic, "si tienes la necesidad constante de orinar o dolor cuando orinas durante varios horas o más, o si ves sangre en la orina, llama a tu médico". Con mayor premura aún si se presentan síntomas como la fiebre, los escalofríos, las náuseas, los vómitos o el dolor de espalda. Implicaría un salto de la infección hacia otros rincones del cuerpo.

Por lo general, y puesto que la mayoría de casos de cistitis vienen provocados por infecciones bacterianas, el médico recomendará antibióticos, salvo que encuentre una causa diferente, la cual requerirá un tratamiento más personalizado. En cualquier caso es muy importante prevenir la cistitis mediante una serie de prácticas cotidianas. Como beber mucho líquido, miccionar cuando se necesite, limpiarse de adelante hacia atrás tras la defecación, ducharse en lugar de tomar baños, lavar con suavidad la piel alrededor de la vagina y el ano, y vaciar rápidamente la vejiga después de tener relaciones sexuales.

Estas acciones son especialmente importantes en el caso de personas con mayor riesgo de sufrir cistitis. En este sentido, y tal y como apuntan desde la Clínica Universidad de Navarra, los principales factores de riesgo son la diabetes, el embarazo, ser un infante, la litiasis infecciona y la obstrucción renal, puesto que "permite un mayor crecimiento y penetración intrerenal de los gérmenes y es decisivo en la destrucción renal". Otros factores menos trascendentales son una sexualidad muy activa, inmunodepresión y uso de anticonceptivos tipo barrera. Además, entre los 20 y 50 años, la cistitis es 50 veces más frecuente en las mujeres.