¿Qué hay que hacer si mi móvil se ha mojado?

En la actualidad, y en cierta medida debido a la obsolescencia programada, los teléfonos móviles duran una media de entre 18 y 24 meses, según datos globales del sitio de información financiera MarketWatch. Pero, por otras cuestiones vinculadas a la innovación en materia de terminales, solemos cambiar de smartphone aproximadamente cada 15 meses. Eso implica que cada consumidor tendrá en su vida decenas de móviles y, por una cuestión estadística, es muy probable que todos suframos alguna vez una de las mayores pesadillas: que nuestro móvil termine irremediablemente mojado. ¿Pero cómo debemos actuar en estos casos?

Todo depende evidentemente de la resistencia al agua del teléfono. No en vano, durante los últimos años se han desarrollado modelos como los nuevos iPhone, los nuevos dispositivos Samsung Galaxy o los teléfonos Pixel de Google que ofrecen bastantes garantías de supervivencia tras el contacto con el agua. No obstante, y por desgracia, muchos otros smartphones continúan siendo muy vulnerables al líquido. Según el sitio web Wired, nuestra primera reacción debe ser extraer rápidamente el terminal del agua. Después de todo, "cuánto más tiempo esté en el líquido, mayor será la probabilidad de daño".

A continuación, dicen los expertos de Wired, debemos apagarlo inmediatamente. Aunque el instinto más habitual consiste en intentar utilizarlo para comprobar que funcione correctamente, solo estaremos dando más oportunidades al agua y a la humedad para afectar al hardware del dispositivo. "No intentes presionar ninguno de los otros botones ni cargar ninguna aplicación: simplemente apágalo". Los cortocircuitos son la principal amenaza en esos momentos. Además, y en caso de que sea posible, dado que algunos smartphones no cuentan con baterías extraíbles, debemos retirarla para aumentar la protección.

¿Y ahora qué? El siguiente paso es "limpiar rápidamente el teléfono desnudo sin estuche con una toalla limpia, asegurándose de que no se escurra agua accidentalmente en el puerto de carga, las ranuras SIM o de microSD o el conectar para auriculares". Por último, y para completar el secado, podemos recurrir a alguna tienda de reparación profesional, utilizar un desecante especializado o probar con métodos más caseros. Sin duda, el más popular de todos es el método del arroz. Como dicen desde Xataka, "funciona siempre que la inundación interna del móvil no sea demasiado severa". Es un método limitado.

Especialmente cuando el teléfono ha sufrido una caída en el agua salada. "Esta última es extremadamente perniciosa para el futuro de nuestro teléfono móvil pues genera corrosión de forma casi inmediata". Hasta tal punto que resulta conveniente bañar el móvil en agua del grifo tras caer en agua salada para tratar de eliminar la sal. Además, también contamos con otro método casero: sumergir el teléfono en alcohol de 70º, de 95º o isopropílico. Curiosamente funciona. No así la aplicación de calor al smartphone. Esto es algo que deberíamos evitar a toda costa dado que dañará los componentes del mismo.