Por qué lloro por todo

"un mecanismo codificado genéticamente gracias al cual podemos llamar la atención de los demás para pedir ayuda de manera tácita cuando hay algo que nos preocupa"

Las mujeres lloran un promedio de 5,3 veces al mes y los hombres de 1,3 veces al mes

Las mujeres lloran más que los hombres

Las mujeres lloran más que los hombres / Pixabay.com

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Llorar es un fenómeno fisiológico completamente normal. En concreto, y como aseguran desde el gabinete Avance Psicólogos, la hipótesis científica más aceptada habla del llanto como "un mecanismo codificado genéticamente gracias al cual podemos llamar la atención de los demás para pedir ayuda de manera tácita cuando hay algo que nos preocupa". Como animales sociales necesitamos apoyarnos en otros seres humanos para superar ciertos obstáculos y el llanto es una señal inequívoca de requerir apoyo. El problema es que en muchas ocasiones el llanto puede aparecer con excesiva facilidad. ¿Pero cuánto es excesivo?

Según explican en Healthline, medio especializado en información sobre la salud, un estudio llevado a cabo en la década de 1980 demostró que las mujeres lloran un promedio de 5,3 veces al mes y los hombres de 1,3 veces al mes, siendo la duración media de las sesiones de llanto de aproximadamente ocho minutos. Estas diferencias de género en la frecuencia del llanto estarían asociadas, en palabras de los especialistas de este medio estadounidense, a que "la testosterona puede inhibir el llanto" y esta es más abundante en los hombres que en las mujeres. Por supuesto, los estereotipos de género también contribuyen a ello.

En cualquier caso, probablemente la preocupación en torno a la frecuencia del llanto deba partir más de las variaciones que de la frecuencia bruta. Como apuntan los expertos de Avance Psicólogos, "las personas que puntúan alto en el rasgo neuroticismo tienen una mayor predisposición a llorar", por lo que llorar a menudo no representa un problema para ellas. Es mucho más definitorio observar los cambios de tendencia: entrar en una frecuencia muy elevada de llanto de manera repentina cuando ello no ha sido una tendencia a lo largo de la vida. La pregunta clave es: ¿qué puede significar ese cambio de tendencia?

Pues en la mayoría de los casos tiene que ver con dos trastornos psicológicos. Uno de ellos es la depresión. Después de todo, durante este trastorno los sentimientos de tristeza no duran unos cuantos días o semanas, sino que se instalan de manera permamente, lo que promueve el llanto. En ese sentido, existen indicios de la depresión como causante del mismo, como "tener problemas para identificar por qué llora", "llorar por cosas pequeñas" o "tener dificultades para detener el llanto". En estos casos, es conveniente acudir a un especialista de la salud mental para iniciar un tratamiento cuanto antes.

El otro trastorno psicológico que podría justificar un incremento muy repentino de la frecuencia de llanto es la ansiedad. Bajo esta condición, los pequeños instantes de preocupación, habituales en cualquier persona, se convierten en una preocupación y un nerviosismo permanente. Además del llanto, otros síntomas de esta afección que pueden ayudarnos a identificarla son "la irritabilidad, la preocupación excesiva, la dificultad en la concentración, la tensión muscular, la fatiga y los problemas para dormir". Nuevamente, es recomendable ponerse en manos de un psicólogo para tratar la ansiedad crónica.