Espirulina: El superalimento que puede prevenir el cáncer

Uno de los términos de moda en el mundo de la nutrición es "superalimento"

La espirulina es uno de ellos

Es importante mantener una alimentación saludable

Es importante mantener una alimentación saludable

Uno de los términos de moda en el mundo de la nutrición es "superalimento", utilizado para referirse a esos alimentos que poseen una calidad nutricional excepcional. Y la espirulina es uno de ellos. En concreto, tal y como aseguran desde el medio VerywellHealth, "la espirulina es un tipo de alga azulada que contiene vitaminas B, betacaroteno, vitamina E, antioxidantes, minerales, clorofila, fiococianibina y proteínas veganas". De ahí su proliferación en artículos, blogs y videoblogs dedicados a la nutrición vegana, saludable y alternativa. ¿Pero cuáles son sus principales beneficios para la salud humana?

En el portal del medio especializado Healthline hablan primeramente de los beneficios antioxidantes. Esto es muy importante dado que "el daño oxidativo puede dañar el ADN y las células" y "provocar inflamación crónica, que contribuye al cáncer y otras enfermedades". La espirulina lo combate gracias a su contenido en ficocianina, capaz de luchar contra los radicales libres, de inhibir la producción de las moléculas activadoras de la inflamación y de proteger frente al envejecimiento. Además, protege de la oxidación del colesterol LDL, un proceso llamado peroxidación de lípidos clave en muchas enfermedades graves.

Pero la espirulina no solo evita dicha oxidación del colesterol malo, sino que también reduce sus niveles. En concreto, apuntan desde Healthline, "puede reducir el colesterol LDL malo y los triglicéridos, mientras aumenta el colesterol HDL bueno". También, y como han demostrado algunos estudios científicos sobre el cáncer oral, "la espirulina tiene propiedades anticancerígenas". Y las investigaciones realizadas hasta ahora prueban que resulta "especialmente eficaz contra un tipo de lesión precancerosa de la boca llamada OSMF". Desde el punto de vista nutricional existen muchos motivos para consumir espirulina.

Otros son una reducción de la presión arterial, una disminución de la anemia, una mejora de los síntomas y efectos de la rinitis alérgica, una optimización de la fuerza y la resistencia muscular y, por último, una mejor regulación de la cantidad de azúcar en sangre. "La HbA1c, un marcador de los niveles de azúcar en sangre a largo plazo, disminuyó del 9% al 8%, lo que es sustancial. Los estudios estiman que una reducción del 1% en este marcador puede reducir el riesgo de muerte relacionada con la diabetes en un 21%". Sea como sea, y aunque se requieren estudios más profundos, la espirulina parece ser una gran aliada.

Pero nos queda una pregunta en el aire: ¿puede la espirulina resultar perjudicial? Según los especialistas de VerywellHealth, "aunque hay pocos efectos adversos asociados con el uso de espirulina, puede producir en algunos casos dolores de cabeza, reacciones alérgicas, dolores musculares, sudoración o insomnio. Y además existen personas que no deberían consumir este superalimento, como aquellas alérgicas a las algas y los mariscos, aquellas con una afección de la tiroides, aquellas con un trastorno autoinmune, aquellas que padecen un cálculo renal o aquellas mujeres que están embarazadas o en periodo de lactancia.