¿Cómo detectar una fuga de agua?

Las fugas de agua pueden producirse en cualquier tramo de la red de abastecimiento y como consecuencia de causas tan variadas como una presión excesiva, una rotura, una helada o el simple desgaste de los elementos debido al paso de los años. El problema es que bastantes de estas fugas tienen lugar en tramos que se encuentran ocultos tras las paredes o en el subsuelo de nuestra vivienda, lo que dificulta la detección de las mismas. Puesto que dichas pérdidas de agua pueden provocar poco a poco deterioros estructurales y generar en última instancia incluso derrumbes, necesitamos conocer cómo identificarlas.

Y para aprender los principales trucos recurrimos a HomeServe Living, medio especializado en tutoriales y consejos para el correcto mantenimiento del hogar. La primera recomendación de sus expertos reside en el seguimiento regular de la factura del agua. De esta manera podremos "ver cualquier aumento repentino que no esté justificado". Esto es especialmente sencillo si vivimos solos, ya que la rutina de consumo de agua debería ser más constante. Es importante tener en cuenta visitas y comportamientos excepcionales como mayor duración de las duchas para no preocuparnos innecesariamente.

El segundo truco para detectar fugas de agua tiene que ver con la presión. En general, señalan los expertos, "si nota una caída en la presión del agua cuando está llenando el baño o tomando una ducha, esto podría ser síntoma de una fuga". No obstante, no implica que lo sea necesariamente puesto que otros factores como un cabezal de ducha obstruido o un desviador de ducha defectuoso podrían ser los responsables. Por eso, más que concentrarnos en síntomas aislados, necesitamos identificar varios para estar seguros y llamar a una empresa especializada con razones suficientes. Es una cuestión de ahorro.

¿Pero qué otros síntomas pueden revelarnos una de estas fugas? "Si el calentador de agua o la caldera están encendidos casi constantemente, podrías tener una fuga en la tubería del agua caliente". En líneas generales estas tres señales unidas -un aumento inexplicable en la factura del agua, un cambio en la presión del agua y un calentador permanentemente activo- suelen indicar la presencia de una fuga. Pero en Leak Science, web dedicada a la prestación de servicios profesionales de detección de fugas, incluyen dos consejos más para la identificación y localización de estos problemas. Y el primero reside en examinar los inodoros.

"Para probar si hay una fuga, añade unas gotas de colorantes para alimentos en el tanque del inodoro y permanece 30 minutos sin tirar de la cisterna. Si el colorante de alimentos aparece en el agua que hay en el fondo del inodoro, el problema suele ser una válvula de charnela desgastada o una manija de descarga deteriorada". El hecho de prestar tanta atención al inodoro radica en que buena parte de las fugas se ubican ahí. Pero también debemos buscar pistas -y este es el segundo consejo de Leak Science- en otros elementos como los grifos, los cabezales de ducha, los desagües o la parte bajo los lavabos.