¿Por qué estoy siempre a la defensiva?

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Autoprotección / La mente es maravillosa

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Estar a la defensiva es, como aseguran desde el portal especializado en psicología 'La mente es maravillosa', "una actitud aparentemente de autoprotección en previsión de un peligro o de alguien que nos puede dañar y que la mayoría de nosotros utilizamos cuando detectamos que somos atacados y queremos defendernos". Todas las personas activan este mecanismo en algún momento. Se caracteriza por una mayor exaltación, por  una mayor dificultad para mostrar el lado afectivo y vulnerable, por pensar excesivamente y por reaccionar con más ira de lo habitual. El problema viene cuando dicho estado se perpetúa.

¿Pero por qué pasa esto? Según otro portal especializado en psicología, esta vez Psicología Online, existen varias razones por las que podríamos estar siempre a la defensiva. Una de las más habituales está vinculada con los malos momentos. "Una persona puede ponerse a la defensiva cuando se siente injustamente tratada por la vida en un momento determinado como consecuencia de una herida, explican los expertos. Sufrir por desamor o sentirse solo suelen ser detonantes recurrentes de estos estados pero existen muchos más. Todo parece representar una amenaza en esos momentos. El dolor puede alterarnos.

Pero no solo el dolor. También esa sensación de ser cuestionados excesivamente. Como dicen desde el portal de Psicología Online, "ya sea en tu vida personal o en el plano profesional, has vivido un periodo en el que  una persona ha observado con lupa tus acciones y te ha corregido de forma recurrente", lo que conduce a emplear el "mecanismo de defensa frente a esa actitud de un agente externo que te juzga". En ocasiones, y esta es otra de las razones habituales de estar a la defensiva, simplemente "estás saturado de consejos y lo único que deseas es tener tu propio espacio y no recibir más información externa".

Otras veces la negativa a querer oír las opiniones de terceras personas proviene de la inseguridad y no de la saturación. "Te niegas a observar la realidad de la afirmación y te pones a la defensiva porque esa verdad exterior confronta la imagen de tu propia percepción", afirman los especialistas. Un fenómeno que suele ocurrir cuando una persona está enamorada de alguien que está manipulándola. Cuesta ver la realidad. Y en esos momentos puede que esa persona se sienta incomprendida. Esa es la quinta y última de las razones del estado a la defensiva continuo: "sientes que los demás no te comprenden".

Por supuesto, cada uno de estos detonantes requiere unas medidas diferentes para solucionar ese problema con tanta repercusión en nuestro bienestar, nuestras relaciones humanas y nuestra vida en general. Pero en El Rincón de la Psicología, dirigido por la psicóloga Jennifer Delgado, establecen varios mecanismos que se pueden aplicar de manera generalizada para lidiar con el problema. Son los siguientes: asumir que el resto de personas no son adversarios, preguntar educadamente cuando no comprendamos un mensaje, poseer control emocional, desarrollar la autoestima, usar las críticas para mejorar y relajarse.