¿Cómo sobrellevar la muerte de un ser querido?

Afrontar la muerte de un ser querido nunca es fácil. Conlleva lidiar con una serie de emociones difíciles que poco a poco van perdiendo intensidad hasta que conseguimos superar la pérdida. No obstante, en ocasiones ese proceso de duelo dura más tiempo del habitual sin que se presentan señales de recuperación o tiene un efecto mucho más perjudicial en nuestras vidas. <strong>Según</strong> el Centro Nacional de Información del Cáncer, portal web de la Sociedad Americana Contra el Cáncer, una de las <strong>principales causas de muerte</strong> en el mundo, hay una serie de indicios que muestran que estamos viviendo un duelo no resuelto.

Entre ellos podemos encontrar la incredulidad persistente sobre esa muerte, la incapacidad de aceptarla, la preocupación permanente acerca de cómo murió, la incapacidad de compartir buenos recuerdos acerca de esa persona, la culpabilidad sobre dicha muerte, el deseo de morir para estar con esa persona, la soledad y desconexión respecto al resto de personas, la evitación de todo cuanto recuerda a la persona fallecida o el pensar que la vida ya no tiene sentido porque esa persona ya no está. ¿Pero cómo evitar que un duelo sea un duelo no resuelto? Acudimos a las <strong>recomendaciones</strong> de la American Psychological Association (APA).

La primera de ellas es muy importante para no generar falsas expectativas acerca del proceso de duelo: ser conscientes de que todos y cada uno de nosotros reaccionamos de manera diferente dado que contamos con mecanismos propios para gestionar el dolor. Cada duelo es único. Y eso implica tener en consideración que "no hay una duración normal de duelo" ni "tampoco debemos anticipar que pasaremos por algunas fases de duelo" puesto que "investigaciones recientes han demostrado que la mayoría de personas no atraviesa estas fases de una manera progresiva". Especialmente cuando se tenía una relación difícil con el fallecido.

Lo que sí está claro, según los especialistas de la APA, es que existen determinadas acciones que pueden ser de gran utilidad en la mayoría de los casos. Una de ellas, es la segunda recomendación, es hablar acerca de la muerte de ese ser querido "con amigos y colegas para poder comprender qué ha sucedido". Eso es muy importante dado que "negarse a la muerte acaecida puede conducir fácilmente al aislamiento y ello frustrar la posibilidad de que las personas que viven el duelo conformen una red de apoyo". Una red de apoyo que se convierte en un elemento fundamental en ese proceso tan complicado. Somos animales sociales.

Pero también animales tremendamente emocionales. Por eso es fundamental, tal y como señalan desde esta entidad psicológica estadounidense, aceptar los sentimientos incluso aunque no sean agradables. "Tras la muerte de un ser querido podemos experimentar todo tipos de emociones. Es normal sentir tristeza, rabia, frustración e incluso agotamiento". Debemos permitirnos sentirlas dado que no solo pueden hacernos caer en un duelo no resuelto, sino que pueden incluso<strong>hacernos enfermar</strong>. Una buena manera de afrontarlas es "ayudar a otras personas que lidian con esa misma pérdida". Evitarlas no es una solución.

Además, también es muy importante mantener un estilo de vida saludable. No es casualidad que esto sea de gran ayuda para una enorme variedad de problemas. Después de todo, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y descansar de manera óptima "nos ayuda a superar cada día y a seguir adelante". Es una buena ayuda complementaria. Como también lo es "rememorar y celebrar la vida de ese ser querido" de la mejor forma que sepamos. Dedicarle una canción, contarle su historia a nuestros hijos o preparar una colección de sus mejores fotos. Valorar lo que vivió. Si a pesar de todo seguimos experimentando síntomas de estar atascados en un duelo no resuelto, es hora de "hablar con un psicólogo" para superarlo.