¿Cómo ser mejor persona?

El crecimiento personal se ha convertido en una meta vital para millones de personas. El florecimiento del mundo del coaching es una prueba irrefutable de ello. El problema de esta carrera permanente por mejorar como ser humano radica en la enorme variedad de caminos que existen. Las teorías se multiplican cada año hasta ofrecernos un abanico inabarcable de métodos de desarrollado personal. No disponemos del tiempo para experimentarlos todos, pero tampoco tenemos convencimiento absoluto de cuál es el más adecuado. ¿Pero y si fuera más sencillo que todo eso? ¿Y si bastara con unos cuantos consejos para ser mejores?

Nosotros hemos reunido aquí algunas de las recomendaciones básicas que dan los psicólogos y coachs para convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos. Comenzando por la gratitud. Porque, aunque suene a cliché manido, una investigación científica publicada en la Clinical Psychology Review en el 2010 demostró finalmente que agregar unas cuantas dosis de gratitud a nuestras vidas tienen consecuencias positivas tanto en nuestro estado psicológico, ayudándonos a reducir las sensaciones de estrés, como en nuestros vínculos sociales. Dos aspectos, vidas menos estresantes y relaciones más saludables, esenciales para el bienestar.

Pero hay otra cosa que podemos realizar para crecer como personas, según explica la coach estadounidense Elizabeth Scott en Verywell Mind: soltar la ira. En palabras de la experta, "es importante aprender a dejar de lado los rencores y la ira residual de cada día". Una tarea nada fácil que debemos entrenar. "El primer paso en el control de la ira es aprender más acerca de cómo reconocerla y qué hacer cuando estás sintiendola", añade Scott. Al fin y al cabo, "hay una gran diferencia entre sentirse enojado y actuar de acuerdo al enojo". Es un paso fundamental en nuestro crecimiento personal. La ira tiene consecuencias en nuestra salud.

También debemos mirar fuera de nosotros mismos. De hecho, una de las maneras más efectivas de mejorar como seres humanos radica en el altruismo. En primer lugar, porque implica un enriquecimiento de la vida de las personas a las que ayudas. Y, en segundo lugar, porque realizar actos bondadosos nos proporciona un sentimiento de propósito que repercute positivamente en nuestras vidas. Hasta tal punto que un estudio de la Universidad Tohoku Gakuin, en Japón, demostró que simplemente contar los actos de bondad realizados durante una semana aumenta nuestra felicidad y nuestra gratitud. ¿Recordáis las ventajas de la gratitud?

Pues cuidar de uno mismo no se queda atrás en beneficios. Nuestras vidas están marcadas por eventos que no podemos predecir o controlar. Sin embargo, siempre podemos controlar cómo tratamos nuestro cuerpo. Tal y como expresa la coach Scott, "el autocuidado es vitar para desarrollar la capacidad de recuperación en esos momentos estresantes inevitables". Según sus descubrimientos, existen cuatro factores esenciales en el autocuidado: dormir adecuadamente, alimentarse de manera saludable, conectar con otras personas y tener tiempo para uno mismo. "Cuando te cuidas bien puedes comprometerte mejor con lo que venga".

Por último otra recomendación de la coach estadounidense: ser personas con las que resulta sencillo tener relaciones. Todas ellas requieren compromiso y un trabajo mayor o menor en la resolución de conflictos. En ese sentido, Scott cree que "la belleza de eso es que a medidas que hacemos el trabajo que se necesita para convertirnos en un mejor amigo, una mejor pareja o un mejor miembro de la familia, también trazamos el camino para convertirnos en mejores personas". En otras palabras debemos aprovechar nuestras relaciones para poner en práctica todo lo anterior. La gratitud, el abandono de la ira, el altruismo y el autocuidado.