¿Cómo besar?

Besar es una actividad fundamental en la vida de la mayoría de personas. Especialmente la de aquellas que mantienen una relación sentimental. Hasta tal punto que según una investigación publicada en la revista de carácter académico Sexual and Relationship Therapy, la frecuencia de los besos tiene una relación estrecha tanto con la satisfacción sexual como con la satisfacción con la relación en general. Sin embargo, besar con frecuencia es una cosa y besar con destreza otra muy diferente. La pregunta es: ¿qué significa exactamente eso de besar con destreza? Recurriremos nuevamente a la ciencia para descubrirlo. Porque son muchísimos los estudios científicos relacionados con los besos que se han realizado durante los últimos años en todo el mundo.

Uno de ellos, elaborado conjuntamente por psicólogos estadounidenses de diferentes universidades, establece algunas de las claves principales de un buen beso. La primera de ellas, y una de las más relevantes, consiste en una correcta higiene. Especialmente de las zonas involucradas de una manera directa en el beso. Así, unos dientes limpios y un aliento fresco resultan diferenciales en la calidad del mismo. Antes siquiera de pensar en la técnica debemos mantenernos pulcros. Después de todo, existen muchos factores importantes alrededor del beso que poco tienen que ver con las vueltas dadas por la lengua o la cantidad de saliva involucrada. Como por ejemplo la asertividad. Es decir, la capacidad de una persona para expresar sus sentimientos y sus deseos en el momento adecuado y siempre respetando los derechos de los demás. Una cualidad que tanto hombres como mujeres, según el estudio de los psicólogos estadounidenses citado anteriormente, encuentran enormemente atractiva en un besador. Y eso no requiere prácticas frente a un espejo. Solo autoconfianza y respeto. Pero no todos los ingredientes del súper beso resultan tan abstractos. De hecho, las personas encuestadas para la investigación afirmaron que una de las claves del beso exitoso es el contacto físico más allá del boca con boca. En concreto, las caricias en otras partes del cuerpo.

Además, entrando en las características más técnicas del propio beso, los autores del estudio descubrieron que la mayoría de personas prefieren que los besos comiencen con las bocas semicerradas y un intercambio mínimo de saliva para ir evolucionado hacia una mayor apertura de la boca, una mayor presencia de la lengua y un mayor intercambio de saliva. Por otro lado, también es indispensable que dediquemos el tiempo necesario. En muchas ocasiones damos al beso una naturaleza iniciadora. Como un trámite hacia otro tipo de sexualidad. Una idea que puede llevar a cierta ansiedad en la ejecución del beso. Debemos entregarnos a él. Sin embargo, tampoco conviene estar demasiado tiempo en él sin encontrar la manera de parar.

Según una encuesta realizada conjuntamente por las marcas Match y ColourPop a más de tres mil hombres y mujeres, el beso perfecto debe durar alrededor de diez segundos. No es necesario que los cuentes. Debe funcionar como una referencia. ¿Pero sabes qué debería funcionar como principal referencia en un beso? Los deseos de la otra persona. La ciencia y las encuestas personales son muy útiles a la hora de determinar patrones generales, pero cada una de las personas es única y tiene preferencias únicas. ¿Nuestro principal consejo? Aprender preguntando de manera curiosa. De la misma manera, resulta muy importante observar que hace la otra persona durante el beso. En definitiva, no perdernos en nosotros mismos. Desde luego, con cada beso se aprende algo, pero la realidad es que cada beso con una persona nueva es una nueva aventura.