¿Cada cuánto hay que bañar a un perro?

Los perros deben ser lavados. Es una afirmación aparentemente obvia, pero existen quienes piensan que se trata de una estrategia más para vender productos caninos. Que es suficiente con un manguerazo de agua y listo. Sin embargo, como apuntan especialistas de la revista estadounidense Canine Journal, lavar a nuestros perros con champú canino "no solo es bueno para su higiene, sino que también es una oportunidad óptima para detectar rasguños, golpes, pulgas y otras anormalidades inusuales" dado que "son más fáciles de ver cuando su cabello está húmedo y plano contra su cuerpo". ¿Pero cuál es la frecuencia de lavado perfecta?

Desde Canine Journal afirman que no existe nada parecido a una frecuencia de lavado perfecta. En realidad todo depende de determinados factores involucrados. El primero de ellos es la longitud del cabello. No es lo mismo un perro con cabello largo, "que puede atrapar la suciedad", que un perro con el cabello corto, que es menos susceptible de ensuciarse. En ese sentido, es muy importante que lo observemos en profundidad para determinar qué tipo de cabello tiene. Será uno de los parámetros que nos ayudará a descubrir cuál es la frecuencia de lavado idónea para nuestro perro en particular. Aunque hay otros igual de importantes.

Como el nivel de actividad del perro. "Un perro que se encuentre principalmente dentro de casa y que no se mete en problemas cuando sale fuera probablemente esté más limpio que un perro al que le guste cavar hoyos, jugar en el parque, tirar basura o ir a nada", apuntan desde este medio especializado. Por otra parte, también debemos tener en cuenta las condiciones de salud de cada perro. Como explican los expertos de la revista Canine Journal, "algunos perros tienen alergias en la piel u otras afecciones de salud que los hacen más propensos a necesitar un baño con mayor o menor frecuencia". Es esencial estar al tanto de ellos.

Una vez contamos con las respuestas a todas estas preguntas (tipo de cabello, nivel de actividad y presencia de afecciones de la piel) podemos establecer una frecuencia más personalizada para nuestro perro. Y desde Canine Journal establecen una frecuencia mínima y una frecuencia máxima como referencia. En concreto, el lavado del perro debe realizarse "al menos una vez cada tres meses". Que tu perro comience a oler será un indicativo bastante fiable de que deberías aumentar la frecuencia. Por otro lado, "puedes lavarlo incluso dos veces al mes". Solo deberías superar esa frecuencia si empleas un champú muy suave, añaden los expertos.

Porque tan importante como la frecuencia del lavado es la puesta en práctica del mismo. En ese sentido, los autores de Canine Journal proporcionan una serie de consejos básicos que deberíamos tener en cuenta. En primer lugar, comprar y utilizar champús caninos hipoalergénicos y naturales. De esa forma conseguiremos evitar potenciales irritaciones y sequedades de la piel que puedan derivar en problemas mayores. Además, es fundamental que no nos olvidemos nunca del cepillado. Este procedimiento cuida el cuero cabelludo del perro y aporta una mejor visión sobre posibles lesiones en la piel. ¡Realízalo durante todos los lavados!

Otro de los consejos aportados por la revista canina americana gira en torno a la temperatura del agua. Los dueños de los perros suelen tener bastantes dudas al respecto: ¿debería utilizarse agua caliente? ¿debería utilizarse agua fría? La respuesta la encontramos en el término medio: "Ni demasiado caliente ni demasiado fría. El agua tibia es ideal. Nunca uséis agua hirviendo ya que puede quemar la piel de tu perro. Piense en lo que sería bueno para un bebé recién nacido o para un niño pequeño". Y si tenemos más dudas sobre cómo o cuánto bañar a nuestro perro, lo más recomendable es consultar al veterinario. Él tiene las respuestas.