PB Marín; diecisiete años no son nada...

El gran ambiente barcelonista se realzó, como no podía ser de otra manera, con los exquisitos pescados y mariscos de la ría y el buen vino Alvariño. Asistieron alrededor de un centenar de peñistas, una cifra inferior a otros años debido a la coincidencia con el Racing-Barça que motivó que varias peñas gallegas se desplazaran a tierras cántabras y no pudieran asistir al evento de la peña que preside Salvador Cerviño, delegado del CCP en Galicia. Sólo hubo delegaciones de las peñas de Padrón y Porriño.

Tras los habituales parlamentos se procedió a la entrega de recuerdos. Dado que era el propio presidente de la peña quien representaba al club, la placa enviada por el FC Barcelona la recogió el tesorero Javier Fernández, de manos de Cerviño. Y se pasó, seguidamente, al sorteo de regalos. Destacaban los donados por la Joyería Arizaga y los dos balones firmados por la plantilla del Barça.

Después comenzó el baile y la fiesta, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada.