Montañas Vacías, una ruta con alma

Muchos son los viajeros que cargan sus bicicletas y se embarcan en una aventura que los lleva a recorrer miles de kilómetros hasta la otra punta del mundo. Sin embargo, pocos deben saber que esa misma aventura la pueden encontrar en Teruel. Sí, han leído bien. Los alrededores de Teruel son conocidos por ser una de las zonas más deshabitadas de Europa, con una extensión que dobla a la de toda Bélgica y que cuenta con una densidad de población similar a la de Laponia, con tan solo 6,99 habitantes por kilómetro cuadrado. De ahí que se la conozca como la Laponia española.  

“Aquí puedes encontrar unas emociones parecidas a las que tendrías en Mongolia, Kirguistán o Patagonia”, cuenta Ernesto Pastor, impulsor del proyecto Montañas Vacías, una ruta de 680 km y 13.000 metros de desnivel positivo que tiene como punto de partida Teruel y que recorre la Sierra de Albarracín, Montes Universales, Serranía de Cuenca, Sierra de Javalambre y Sierra de Gúdar. Al hacer esta ruta “puedes tener climas malísimos, atravesar planos a 2.000 metros en los que te azote un viento tremendo, o encontrar que un desprendimiento se ha llevado parte del camino”, añade Pastor. “En España parece mentira que pase algo así...pero pasa, y es una forma de buscar una aventura de proximidad. Yo he viajado mucho y, al final, he visto que todo lo que buscaba lo puedo encontrar aquí”. 

El proyecto Montañas Vacías, nacido oficialmente en diciembre de 2018, “surgió del hartazgo que sentía de ver tantos megaproyectos administrativos que gastaban un montón de dinero público y de subvenciones en montar recorridos o rutas, y señalizaciones y parafernalias, y a los que luego les faltaban alma, el viajero propio que recorriera sus caminos”, explica su impulsor. En sus muchos viajes Ernesto Pastor descubrió proyectos similares, tanto en Estados Unidos como en Europa, que estaban consiguiendo dinamizar zonas despobladas o con poca densidad de habitantes. “Vi que esto se podía hacer aquí también. Buscábamos paisaje, poco tráfico, lugares remotos, cierto componente de desafío, y alma... una historia, un hilo conductor”.  

Sin embargo, Montañas Vacías no pretende ser una ruta más, no quiere atraer turismo masivo o al viajero que busca tan solo desconectar de su rutina diaria. “Lo veo como una forma de crear conciencia sobre los problemas demográficos... así que, no es cuestión de disfrutar de que no haya gente, sino de concienciar sobre esta despoblación. Te vas a exponer a diversas emociones, y a la posibilidad de, por ejemplo, encontrar un solo bar en muchos kilómetros, y que precisamente ese día esté cerrado”.  

UNA RUTA EXIGENTE

No crean ustedes que esta es una ruta pensada únicamente para los más aventureros, o para los que estén preparados para estar días y días recorriendo caminos sin encontrar un alma. Ernesto Pastor asegura que “es una ruta que cada uno puede adaptar a sus necesidades, ya que en varios puntos puedes tomar atajos para volver a Teruel de nuevo. Y al revés, voy sacando nuevos bucles que van encajando como piezas de puzle para que puedas crearte la distancia y recorrido que tú quieras”. De esta manera, la ruta da la bienvenida a “gente que viene de fin de semana, y gente que se puede tirar mes y pico” pedaleando por los caminos. La belleza de este proyecto reside, además de en sus increíbles paisajes, en que puede ser algo modular que cada uno puede adaptar a sus necesidades. “Hay viajeros que vienen año tras año para a hacer diferentes zonas de la ruta... e incluso hay una versión XL que llega hasta la Rioja y que permite hacer hasta 2.000 km de recorrido”.  

Eso sí, haga lo que se haga, hay que estar preparados física y mentalmente. Al fin y al cabo, Montañas Vacías es una ruta muy exigente, que no puede considerarse de iniciación. Tal y como indica Ernesto Pastor, “el desnivel, la dureza del terreno, y el hecho de pedalear en un lugar tan remoto, hace que no sea un recorrido idóneo para gente sin la suficiente experiencia en este tipo de viajes. Es conveniente contar con los conocimientos suficientes de mecánica, orientación, interpretación de mapas, primeros auxilios o meteorología y así evitar situaciones de peligro. No la recomendaría como primera incursión en el mundo del bikepacking. Siempre es mejor comenzar poco a poco, con rutas sencillas, probando el material, la configuración de tus bolsas, y sobre todo probándote a ti mismo”. 

LA ELECCIÓN DE BICI, PARTE DEL JUEGO

Dentro de lo que es la aventura en sí misma, la elección de la bicicleta que usemos también jugará un papel importante a lo largo de la ruta. Según Pastor “no es estrictamente un recorrido pensado para bici gravel, pero tampoco lo es de bici de montaña en un sentido puro. La elección de la bici y el material adecuado es parte del juego”. 

Elija la bici que se elija, las dificultades y retos constantes estarán presentes en todo momento. "Habrá puntos que te harán llegar al límite, pero siempre por zonas de baja dificultad técnica y huyendo lo más posible del asfalto. Si vas con bici de gravel con ruedas finas, igual tienes que poner pie a tierra en algún sitio, y si vas con una bicicleta de montaña, algunos tramos de pista rápida pueden hacerse muy largos”.  

Sea como sea, haga usted los kilómetros que haga, o elija el tramo que elija, la aventura está servida en esta auténtica ruta silenciosa.