“El freeride es un deporte de riesgo, pero detrás de cada bajada hay muchas horas de entrenamiento”

Aymar Navarro (Val d’Aran, 1989) y nieve son dos conceptos que van asociados. Si a eso le unimos la pasión por la montaña y el freeride en concreto, la combinación resultante es puro espectáculo. Sus acrobacias y saltos se pueden visualizar en cantidad de vídeos, pero no todo se reduce a esto. En esta entrevista, cuando el invierno ya asoma por la puerta, Navarro nos habla de su manera de ver esta disciplina deportiva, del riesgo y de la preparación que conlleva, así como de sus proyectos futuros. 

Aymar, desde tu punto de vista, como explicarías a la gente que no conoce esta disciplina del esquí lo que es ser un freerider... 

A nivel de filosofía yo creo que es la pasión por las montañas, el poder compartir ese medio con amigos que ven y comparten esa misma visión hacia la montaña que tú. Al final es estar ahí en la montaña, rodeado de naturaleza y silencio, totalmente despejado. Tienes la opción de hacer freeride de estación o el freeride de alta montaña y en este último es en el que estoy más enfocado a día de hoy, al hecho de estar solo, explorar líneas nuevas y cruzarme con poca gente. 

Eres un pionero en el mundo del freeride en España ¿Esto te supone un motivo de orgullo o preferirías que hubiese más esquiadores como tú? 

Creo que se me ha puesto un poco la etiqueta como de pionero, pero antes que yo ya había esquiadores de fuera pista que igual no tuvieron la oportunidad de ser reconocidos o de tener la misma visibilidad que yo sí que he podido tener. Al final he seguido los pasos de otros riders que están aquí en la Val d’Aran y ellos son los que me han enseñado el camino hasta poder llegar aquí. Yo he tenido la suerte de poder trabajar en proyectos potentes, de estar compitiendo en el Freeride World Tour y de poder estar en las finales del World Tour, pero siempre he dicho que pionero como tal no me considero, sería una falta de respeto hacia las generaciones anteriores que abrieron el camino.  Hace ya muchos años atrás que se practica este deporte y en los años 60 ya había esquiadores por la Val d’Aran que practicaban el freeride. Entonces lo único que he hecho yo es darle más de visibilidad a esta disciplina y que generaciones de jóvenes se hayan enganchado a este deporte. 

No me siento pionero del freeride, lo único que he hecho es darle un poco más de visibilidad a esta disciplina

Aymar Navarro

La práctica del freeride deja unas imágenes siempre espectaculares. ¿Te gusta hacer vibrar a los seguidores con acrobacias cada vez más difíciles? 

Mi filosofía realmente es mostrar lo que a mí me motiva. No voy a hacer una línea para conseguir más likes. Igual algunos deportistas empiezan a confundir el tema de las redes sociales. Lo que intento es enseñar mis actividades y utilizar las redes sociales como una ventana desde la cual tú puedes llegar a la gente, pero porque te gustan a ti. No hay que confundir, creo que se está priorizando muchas veces el hecho de ir a buscar likes más que en hacer lo que a ti te gusta. Esa es mi idea, ir a hacer la actividad que a mí me apetece y me gusta, mostrarlo y a partir de ahí que la gente decida si gusta o no gusta. 

¿El freeride conlleva mucho riesgo? 

Al final no hay que mentir a nadie, es un deporte de riesgo en el cual estás expuesto, pero detrás de cada bajada, de esas que se suben, hay muchas horas de entrenamiento, muchas horas de localizaciones, muchas horas de observar esa montaña y esperar que haya las condiciones perfectas para poder bajar esa línea. No es coger el primer día que vayas a la montaña, y esquiar la línea o saltar la primera roca, sino que hay muchas horas, muchos días, incluso meses y años de estudio detrás de cada bajada. 

En marzo de 2022 sufriste una caída muy fuerte en Bec des Rosses de Verbier en las finales del Freeride World Tour. ¿Cómo lo recuerdas? ¿Te ha dejado secuelas? 

Fue, por desgracia, el accidente más grave que he tenido a nivel deportivo. Estábamos en las finales del Mundial, era la tercera vez que participaba en las finales del Mundial del Freeride World Tour. Y tienes estudiadas muchas cosas, pero al final, al 100% en la montaña no lo puedes tener todo estudiado. Entonces, rodé en una dirección en la cual no estaba planificado. En teoría, por la pendiente de la montaña y la orografía de la montaña, tenía que bajar mucho más directo en caso de caída. Pero con la velocidad que llevaba y la inercia, me llevó un poco contra la piedra. Y fue un momento difícil, duro. Ya no solo por la lesión, sino también a nivel mental, volver a confiar en tu esquí, en volver a subir con la mente tranquila a las pistas de esquí o a las bajadas. Y poco a poco, con días y días de esquí, disfrutando con los amigos, porque al final los amigos son los que te ayudan para salir un poco del bache. Ahora mismo estoy 100% recuperado. No tan solo físicamente, sino también mentalmente. Y con ganas de seguir haciendo bajadas y practicando el deporte que me gusta. 

La gente quizás no sabe que eres bombero de profesión, en los Grupos de Rescate de Montaña (GRM). 

Sí, la verdad es que tengo la suerte de hacer de mis dos pasiones mi trabajo, tanto en bomberos como en el esquí. Es difícil de combinar muchas veces, porque al final las dos conllevan mucho tiempo. Tienes que combinar los días, cuadrando con los compañeros las guardias. Y cuesta, es un esfuerzo grande, sobre todo a principios de invierno y durante todo el invierno, pero con los compañeros que tengo es una suerte porque saben a lo que me dedico, lo que hago, y me ponen facilidades para poder hacer mis expediciones y grabaciones. 

Eres muy activo en las redes sociales publicando contenido de calidad. ¿Lo haces porque te gusta para visualizar todos tus retos o por compromiso con tus patrocinadores? 

Es más bien una combinación de ambas cosas. Creo que las marcas te están pagando un sueldo para que tú las promociones o des visibilidad, mejor dicho, a tus marcas. Como profesional tienes que cumplir con eso y la manera de hacerlo es creando contenido de calidad, no estar bombardeando con contenido basura o solo puro marketing, sino de vez en cuando poner alguna píldora, pero que el 95% del contenido sea tu actividad diaria para ir mostrando lo que haces en tu día a día. 

¿Tienes previsto competir en 2025? 

No, competiciones este próximo año lo he descartado totalmente. No voy a participar en ninguna competición del Mundial, han sido ocho años intensos y bonitos, así que me quiero quedar con esa sensación en el cuerpo. De momento, así a corto plazo, tenemos un viaje cerrado a Japón, a finales del mes de enero, y después tenemos ahí en stand by dos proyectos potentes que estamos acabando de decidir para ver cuáles son más fiables. 

También te gusta documentar tus proyectos, como Endelig, grabado en Noruega, y Hokkaido Dreams, grabado en Japón junto a otra leyenda del freeride como el francés Léo Slemett.  

Sí, sin duda, al final ahora el tema de la competición ha sido una etapa muy bonita y de la cual estoy súper orgulloso, pero yo creo que la he dejado un poco de lado, al menos de momento, y ahora me estoy focalizando mucho más en grabaciones de proyectos. Ahora venimos de un año bastante completo. Estuvimos en Nepal, estuvimos en Japón y hemos estado en Noruega. Hemos sacado el documental de Endelig, que ya está disponible en YouTube para poderlo ver. En breve, la semana que viene, ya sacaremos el de Hokkaido Dreams. Hemos estado por muchas ciudades de toda España presentándolo y la acogida ha sido brutal. Es la manera de expresar e intentar mostrar tu día a día durante una expedición. 

Tú que estás muy ligado a las montañas y a las nieves, ¿cómo ves la situación con el cambio climático? 

Al final hay que ser realistas y quien no lo quiera ver es porque es tonto o tiene algunos intereses externos que no le dejan ver más allá de la realidad. Al final cada vez las temporadas son más cortas, las precipitaciones son muy compactadas en un periodo de tiempo y con mucha abundancia, como puede ser lo que pasó en Valencia hace poco o nevadas muy abundantes, pero muy a corto plazo. En enero y febrero de los últimos cinco años hemos tenido periodos de casi mes y medio sin precipitar. Entonces la cota de nieve cada vez va subiendo más y más. En el Pirineo, sobre todo, lo notamos más porque las montañas son más pequeñas que en los Alpes. Cada vez más las estaciones de esquí están sufriendo esta subida de la temperatura. Así que creo que esto es un trabajo de todos. Soy el primero que tengo que dar ejemplo para empezar a concienciar y hacer las cosas bien, pero vamos tarde. Cuanto antes empecemos, antes lo intentaremos arreglar.