Everesting, algo más que un reto

De retos deportivos y físicos vamos más que servidos. Las redes se han encargado de ello, como un amplificador brutal de la tendencia a superarse una y otra vez, a sumar metros, kilómetros, desnivel... Uno podría pensar, y no nos equivocaríamos, que la mayoría de los retos que se llevan a cabo son, a priori, tremendamente complicados a nivel logístico, y que requieren de mucha preparación previa, viajes, material, presupuesto... Y aquí es donde el Everesting da la campanada. Se trata de un concepto sorprendentemente sencillo, de aquellos de ‘por qué no se me ocurrió a mí primero’, al alcance de cualquiera (con una buena preparación física, de eso no se libra nadie, claro).  

Para completar un Everesting tan solo se debe elegir una colina o montaña cualquiera, en cualquier parte del mundo, y subirla y bajarla en bici, corriendo o esquiando (debe ser en una sola actividad), sin dormir, non-stop, hasta que se alcance la cota de 8.848 metros. La altura del Everest. Simple, pero brutalmente duro.  

LA HISTORIA DEL RETO

A finales de 2012 Andy van Bergen, el fundador de Everesting, llegó cojeando a su oficina tras haber completado el recorrido en bicicleta más difícil que había hecho nunca: unos 300 kilómetros y casi 6.000 metros de desnivel positivo. Después que sus compañeros en cierta manera ningunearan su logro, Van Bergen se planteó ir a por un objetivo mayor.   

"Al crear el reto Everesting, sabía que necesitaba algo que no estuviera limitado geográficamente”, asegura Van Bergen en la web oficial. “Tenía que ser algo que los participantes pudieran completar no sólo en las emblemáticas laderas del Stelvio o el Mont Ventoux, sino en su colina local. De hecho, el reto se creó de tal manera que los participantes pudieran completarlo en sus propios jardines. Y así lo hicieron". Y vaya si lo hicieron que, a día de hoy, ya son más de 31.000 Everestings completados (y oficialmente registrados en la aplicación de Strava). 

EVENTOS 

Tal ha sido la acogida de este reto en los últimos años que en la actualidad ya se llevan a cabo Everestings organizados. El próximo se celebrará en la estación de esquí de Ordino-Arcalís, en Andorra, entre el 29 de mayo y el 1 de junio, una prueba en la que los inscritos deberán ascender a pie 19 veces los 480 metros del Mirador de Tristaina, para llegar a igualar la altura del Everest.  

Para completar el reto los participantes disponen de 48 horas, dos días en los que cada uno gestiona su propio tiempo y decide cuándo ascender, descansar o avituallar. Una oportunidad única para conocer la famosa estación andorrana, que estará disponible en exclusiva para el evento, así como para descubrir los propios límites.