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Cómo elegir la zapatilla de running ideal

Pronador, neutro o supinador: descubre con Manu Sánchez cómo elegir la zapatilla de running perfecta y evitar los errores más comunes que pueden frenar tu progreso

Pronador, neutro o supinador, aprende a escoger tu proxima zapatilla

Pronador, neutro o supinador, aprende a escoger tu proxima zapatilla / NNORMAL

¿Qué zapatilla es la mejor para mi? Hoy Manu Sanchez, Expert Run Lab, habla de los diferentes conceptos técnicos que pueden generar confusión: pronadoras, minimalistas, maximalistas, con control de estabilidad… Entenderlo es clave para evitar errores que pueden acabar en molestias o lesiones.

Entender tu pisada (y por qué ya no es lo único que importa)

Durante años, una de las primeras preguntas que se hacía cualquier corredor era si era pronador, neutro o supinador. Los pronadores tienden a apoyar más la parte interna del pie, los neutros mantienen una pisada equilibrada y los supinadores cargan más la zona externa. Sin embargo, Manu Sánchez recuerda que hoy la pisada no lo es todo.

“Si eliges bien una zapatilla de entrenamiento diario neutra, con geometrías estables, te servirá perfectamente tanto si eres neutro como si tienes una pronación leve”, explica. Modelos como Brooks Ghost 17, ASICS Gel Cumulus 27, Adidas Supernova Rise 2 o Saucony Triumph 23 son grandes ejemplos de este tipo de calzado.

La evidencia científica más reciente ha demostrado que la pronación no es un defecto, sino un movimiento natural del pie que ayuda a amortiguar el impacto. Solo en casos de pronación muy marcada o con lesiones asociadas (como fascitis plantar o dolor en el tibial posterior) puede ser recomendable usar modelos con control de estabilidad adicional, conocidas popularmente como “zapatillas de pronadores”.

Estas, matiza Sánchez, no son exclusivas para quienes pronan, sino también una buena opción para corredores neutros que buscan un extra de soporte, sobre todo en tiradas largas o cuando aparece la fatiga. Además, su diseño ha evolucionado: las estructuras rígidas y las dobles densidades en el arco han dado paso a geometrías inteligentes y espumas más consistentes que guían la pisada de forma natural sin imponer correcciones. Ejemplos destacados son las ASICS Gel-Kayano 32, Saucony Guide 18 o Nike Structure 26.

En el caso de los supinadores, el especialista aclara que no existen modelos específicos, ya que representan un porcentaje muy pequeño (alrededor del 5–10 % de los corredores). En la mayoría de los casos, lo ideal es optar por una zapatilla neutra con buena estabilidad lateral y una amortiguación equilibrada.

Minimalistas o maximalistas: el perfil sí importa

En los últimos años, las zapatillas maximalistas —con mediasuelas más altas, entre 30 y 45 mm— se han convertido en las protagonistas. Gracias a los avances en materiales, ofrecen mayor amortiguación y ligereza sin perder respuesta, lo que se traduce en más protección muscular y articular. “Son una gran opción para corredores que están empezando o que buscan confort en sus tiradas largas”, apunta Sánchez. Modelos como la Hoka Clifton 10, la ASICS Superblast 2 o la New Balance Fresh Foam X More v6 son referencias dentro de esta categoría.

Por el contrario, las zapatillas minimalistas requieren una adaptación muy progresiva y una técnica de carrera más depurada. Aunque pueden fortalecer la musculatura del pie, no son recomendables para principiantes ni para corredores con historial de lesiones.

La clave: constancia y prevención

Como concluye Manu Sánchez, “la mejor zapatilla no es la más cara ni la más técnica, sino la que te permite acumular kilómetros con continuidad y sin lesiones”. Conocer tu pisada, tus sensaciones y tus objetivos será siempre la mejor guía para acertar en la elección.