¿...Y la cantera para cuándo?

El rearranque de Laliga es ideal para el Barcelona, con dos rivales de la parte baja de la clasificación. Primero Mallorca y ahora Leganés en el Camp Nou. Perfecto para ir entrando poco a poco en la competición. A partir de ahora, con los cinco cambios y los tiempos muertos, el técnico asume un nuevo protagonismo por tener más cartas en su baraja. Quique Setién contaba con casi todos los jugadores aunque  con algunos condicionantes: Suárez sale de una lesión, Lenglet  sancionado, Umtiti tocado, Dembélé lesionado. En este panorama, nadie discutió el once presentado en Son Moix. 

BAJO LUPA

Así pues, por ser más intervencionista, es inevitable analizar los cambios efectuados en Son Moix por Quique Setién. Tenía 12 jugadores en el banquillo. Entraron cinco (Rakitic, Suárez, Arthur, Semedo y Junior). Con el 0-3 ó el 0-4 en el marcador es preciso reivindicar cambios que determinen su verbal predilección por la cantera. Araujo estaba en el campo pero se echó de menos la presencia, con el partido abierto y sin riesgo, de jugadores como Riqui Puig, Collado o Ansu Fati quien, además, ha pasado en un segundo término desde la llegada de Quique Setién.

El partido estaba en el marco ideal para brindar una oportunidad a estos jugadores, para que demuestren si están capacitados para quedarse en la plantilla durante la próxima temporada o, por contra, necesitan un paso intermedio entre el Barcelona B y el primer equipo. Pero Quique prefirió no herir susceptibilidades del vestuario y apostó por jugadores que tarde o temprano serán titulares. El problema es que la cantera queda siempre en un segundo plano.