En el Wanda y en el Bernabéu hace frío

Vinicius

Vinicius / AFP

Carme Barceló

Carme Barceló

A Vinicius le explicaron muy bien la lección y el chaval da gusto lo bien que la ha aprendido. El jugador madridista, que lleva a cuestas una mochila cargada de presión, se explayó ante los micrófonos y aseguró que él no quiso ir al Barça, que le pagaba más, pero quedó prendado del proyecto del Real Madrid. Por si no fuera suficiente, aseguró que él y su familia eran ‘merengues’ desde la noche de los tiempos.

En una temporada en la que a Vinicius le ha tocado bailar cada jornada con la más fea, al chico tiene que ser además el portavoz de la ilusión de la entidad. Más allá de la jugada maestra de Florentino Pérez con la llegada de Zidane, el Madrid necesita que la plantilla salga a las calles con mensajes de optimismo y amor por el blanco para intentar seguir tapando un futuro inmediato tan negro.

decisión

Lo que debe pensar Vinicius cuando cierra el micro y se va a su casa es que este año va a ver en los podios a cualquiera menos a él o a un compañero suyo. O quizá revisará aquella decisión que tomó en su día de no fichar por el Barça, por muy madridista que fuera (cosa que me creo poco o casi nada).

¡Ay, las decisiones! Ahí tienen ustedes a Griezmann, volviendo a sacar la patita en el mercado después que la Juve lo apeara de la Champions. La tristeza le duró bastante menos que el documental que protagonizó el año pasado en el que anunció su “me quedo” en el Atleti. El francés y su entorno han puesto rápidamente en marcha la maquinaria para protagonizar la segunda parte del culebrón.

documental

En el Wanda, como en el Bernabéu, hace frío. Pero esta vez, la audiencia va a ser otra. Bastante más baja, igual que su rendimiento esta campaña. Que utilice al Barça para promocionarse es feo. Si la segunda parte del documental es el “me voy”, que busque a otro que le compre las entradas y le haga la campaña de promoción. Las encuestas y los hechos en el césped -en el Barça y en el Atleti- no avalan su incorporación. No es rencor, es la realidad.