El '10' ya vuelve a ser divino

Messi, de vuelta

Messi, de vuelta / sport

Albert Sáez

Albert Sáez

No es fácil ser el mejor jugador del mundo y serlo siempre y en todos las aspectos de la vida. <strong>Messi </strong>ha sido, es y será el puto amo en los campos de fútbol. Quienes lo estamos disfrutando no lo olvidaremos. Es y será eterno. La pesadilla de los últimos diez días nos ha obligado a poner los pies en el suelo. Fuera del estadio, Messi tiene momentos de humanidad, habitualmente filantrópicos.

Pero, por primera vez, le hemos visto sacar los colmillos. A algunos les costará olvidar el burofax. Solo otra racha de victorias, ojalá que ya con la afición en el estadio, podrá borrar ese momentazo de la historia azulgrana. La idea dominante, aún, es que lo peor de Messi ha salido a la luz por culpa de las dudas y la debilidad de la directiva de Bartomeu. 

Por unos días, pocos, Messi ha sido uno más en la historia del club, un Maradona, un Schuster o un Figo cualquiera. Su renuncia a batallar en los tribunales contra “el club de su vida”, permite a la culerada volver al sueño de los últimos 20 años: tenemos una estrella que no es un mercenario, que ama al club sobre todas las cosas y que para el resto de la historia será el antagonista de Bartomeu y de todo lo que significa como Cruyff lo fue de Núñez y de todo lo que significaba.

La vuelta de Messi a los altares nos pone ante una cruda realidad: ¿Quién va a rodear al ‘10’ esta temporada? La prioridad es cuadrar la caja y nadie de la directiva tiene hambre de títulos para ganar las elecciones. Messi reinará en el campo tras no dejar títere con cabeza en los despachos. De su alianza con Koeman depende nuestro estado de ánimo en los próximos meses.

En el Barça no hay mandos intermedios, han quedado arrasados en esta guerra. En lo alto, una junta batiéndose el cobre para que el covid-19 no se lleve por delante su patrimonio. En el campo, un entrenador viviendo el sueño de su vida y una estrella que busca un equipo que le haga campeón. Y las gradas seguirán vacías. Como ha señalado Ramon Besa, un hecho relevante en esta historia.